viernes, 11 de septiembre de 2020

Aristotel Pano; La economía soviética - Una economía total y definitivamente capitalista, 1975


El actual estado soviético, como capitalista colectivo, administra los medios de producción en nombre e interés de la nueva burguesía soviética. La propiedad socialista común se ha convertido en un capitalismo de estado de nuevo tipo.

Enver Hoxha

El tiempo siempre ha sido el mejor juez de la veracidad de las conclusiones de nuestro partido en todas las cuestiones. Ha demostrado su incalculable valor e importancia histórica. Esto es exactamente lo que ocurrió también con las conclusiones sobre la restauración del capitalismo en la Unión Soviética.

I

Sin duda alguna la gran traición ideológica y la usurpación del liderazgo del PCUS por un grupo de traidores que tomó forma abierta en el infame XX Congreso del PCUS constituyó el prólogo de la restauración del capitalismo de la Unión Soviética. Este grupo de traidores, liderado por Jrushchov, comenzó el proceso de degeneración de la dictadura del proletariado que existía en la Unión Soviética, en una dictadura de la nueva burguesía soviética que comenzaba a surgir. 

La superestructura entera de la sociedad soviética degeneró. La antigua dictadura del proletariado fue transformada en una dictadura fascista salvaje de la nueva burguesía revisionista, el Estado socialista Soviético se transformó en un estado social-imperialista. A pesar de que el inicio del proceso de degeneración de la superestructura soviética fue también el inicio de la restauración del capitalismo, esta degeneración de la superestructura no podía avanzar por sí sola sin la degeneración de la base económica. Por lo tanto, con el comienzo del proceso de degeneración de la superestructura, comenzó también el proceso de degeneración de la base económica. Aquí vemos una interacción dialéctica y complicada de la degeneración de la superestructura y la base, donde una empujó e impulsó a la otra, hasta que por fin asumieron su forma capitalista completa. También en la cuestión de la degeneración de las relaciones socialistas de producción en relaciones capitalistas, tal como lo ha señalado nuestro partido en sus documentos, los traicioneros líderes jruschovianos explotaron algunas deficiencias que existían, especialmente en las relaciones de distribución (la gran diferencia de salarios, que nuestro partido ha calificado con razón como un mal peligroso). 

Se sabe que el capitalismo es la etapa más alta y más general de la producción de mercancías. Con genio científico, Marx demostró en su obra "El Capital" que donde la producción de mercancías se generaliza y florece, surge espontáneamente la explotación capitalista. Por tanto, en su obra "El Capital", Marx comienza todo su análisis del capitalismo precisamente con su análisis de la mercancía. Al defender y desarrollar aún más la teoría económica de Marx, Lenin subrayó que:

"Las características esenciales del capitalismo, (enfatiza) según su teoría, son: (1) La producción de mercancías, como forma general de producción. El producto asume la forma de mercancía en el más variado organismo de producción social, pero sólo en la producción capitalista esta forma del producto del trabajo es general y no excepcional, aislada, accidental. (2) La segunda característica del capitalismo es el hecho de que no sólo el producto del trabajo, sino el trabajo mismo, es decir, la fuerza de trabajo humana, toma la forma de una mercancía. El grado en que se desarrolla la forma mercantil de la fuerza de trabajo es una indicación del grado en que se desarrolla el capitalismo".

Tras la usurpación del liderazgo del partido soviético y su estado, los traidores revisionistas soviéticos de una manera encubierta, crearon las condiciones objetivas para el surgimiento y desarrollo de las características anteriores en la economía soviética. Y en la medida en que cualquier actividad práctica requiere una preparación ideológica previa, después de 1953, las primera tesis atacada por los revisionistas soviéticos en la teoría económica marxista fue la de la producción mercantil y la ley del valor en el socialismo. 

Es bien sabido que el marxismo-leninismo no niega la necesidad de la existencia de la producción mercantil tras la toma del poder estatal por la clase obrera. Por el contrario, en la primera etapa, esta forma de producción existe objetivamente, pero siendo un vestigio del capitalismo, nunca se le permite extenderse y florecer; por el contrario, con la extensión y el fortalecimiento del sector socialista de la economía, con la maduración de las relaciones de producción socialistas, la esfera de producción mercantil y la operación de la ley del valor también se restringe y limita, hasta que se establecen las condiciones objetivas para su completa liquidación. Si bien considera la producción mercantil como inevitable durante un tiempo, el genuino partido marxista-leninista y el estado socialista de la clase obrera también es consciente del peligro que esconde y toma medidas conscientes para la creación de las condiciones objetivas para su liquidación final en el futuro. 

Pero en oposición a todo esto, con el objetivo de encubrir el proceso de restauración del capitalismo con frases demagógicas, a partir del año 1953, los traidores revisionistas soviéticos plantearon la tesis diabólica de que antes de cesar su funcionamiento, y para lograr este cese, las viejas categorías heredadas del capitalismo (incluyendo así la producción mercantil y la ley del valor) debían desarrollarse y florecer de manera plena y generalizada. 

En la imposibilidad de presentar aquí todos los "argumentos científicos" de esta tesis diabólica, basta mencionar que de manera encubierta, encontró su expresión en el llamado "Programa del Partido Comunista de la Unión Soviética", que fue aprobado en el XXII congreso de este partido, que dice: 

"En la construcción comunista es necesario utilizar plenamente las relaciones monetario-mercantiles...".

Como se ve, en oposición a toda la teoría marxista-leninista, que subraya el carácter indispensable de la limitación y restricción de la producción mercantil durante la transición al comunismo, los revisionistas soviéticos, como traidores conscientes al marxismo, queriendo ocultar el proceso de restauración del capitalismo hablan sobre la "plena utilización" de las relaciones monetario-mercantiles en la construcción comunista. En cuanto al significado de las palabras "plena utilización", esto surgió claramente de todas las medidas económicas prácticas que adoptaron, que son medidas para la transformación de la producción socialista en producción capitalista mercantil. Todas las creaciones "teóricas" y las medidas prácticas de estos renegados fueron una flagrante traición a los preceptos del marxismo-leninismo que dicen estar "desarrollando".

Esto es concretamente lo que subraya Lenin:

"El marxismo nos enseña que la sociedad, que se basa en la producción mercantil... en un cierto nivel de desarrollo, inevitablemente toma el camino del capitalismo".

Y precisamente las medidas tomadas por los revisionistas soviéticos después de 1953 en el campo económico, junto con el proceso de degeneración de la superestructura, crearon objetivamente ese cierto nivel de desarrollo de producción mercantil que provocó el nacimiento del capitalismo en la economía, que ahora se ha formado completa y definitivamente. 

Todas las medidas concretas de los revisionistas soviéticos a partir de 1953 en el campo de la economía, que culminaron en 1965 con la denominada "reforma económica", tenían un objetivo: la restauración de la economía capitalista de producción de mercancías. Independientemente de la fraseología "marxista" con la que se hayan justificado estas medidas, o cómo se haya ocultado su esencia capitalista al pueblo trabajador, en el fondo fueron medidas para el restablecimiento del capitalismo, que ha sido completado. En varios períodos estas medidas han afectado a la producción, distribución, intercambio, la gestión de la economía etc., pero en su totalidad expresan una cosa: la degeneración de la economía socialista, la extensión ilimitada de las relaciones monetario-mercantiles, la creación de la economía de producción capitalista de mercancías, la creación de las condiciones para el surgimiento y funcionamiento de todas las categorías de la economía capitalista que se mencionarán a continuación. 

El elemento más importante en todo el proceso de extensión y florecimiento de la producción capitalista mercantil en la Unión Soviética fue precisamente la transformación de la fuerza de trabajo en una mercancía. El marxismo nos enseña que "el capitalismo es la etapa del desarrollo de la producción mercantil en la que incluso la fuerza de trabajo se convierte en una mercancía". Precisamente porque este proceso de transformación ha sido completado en la Unión Soviética, es comprensible que veamos aquí una economía completamente capitalista. 

Para que la fuerza de trabajo se convierta en una mercancía es necesario que el trabajador sea despojado de todos los medios de producción y se vea obligado a vender sólo su fuerza de trabajo. El proceso de despojar a la mano de obra soviética de los medios de producción ha sido el proceso mismo de la degeneración de la dictadura del proletariado en una dictadura de la nueva burguesía soviética. Así, con la degeneración del estado soviético, con su transformación en la dictadura de la nueva burguesía soviética, también los medios de producción, que eran propiedad agrícola estatal o colectiva, fueron automáticamente transformadas en propiedad de la nueva burguesía revisionista, que usurpó el poder estatal. La clase obrera soviética se vio privada de los medios de producción, ya no tiene nada que vender para su sustento más que su fuerza de trabajo, que como todos los demás factores de la producción, se ha transformado en una mercancía. 

Para convencerse de que el carácter de la propiedad estatal depende del carácter del propio estado, en qué manos está el estado, basta con echar un vistazo a la realidad actual de los estados capitalistas occidentales, donde la propiedad estatal se ha ampliado en los últimos años. Nadie piensa en considerar a la propiedad estatal que existe hoy en los estados capitalistas occidentales como propiedad socialista, propiedad de los trabajadores. ¿Por qué? Porque la propiedad estatal es siempre propiedad de la clase que posee el poder del estado. Y mientras el poder estatal esté en manos de la burguesía, de los capitalistas, también la propiedad estatal es una forma de propiedad capitalista, es capitalismo monopolista de estado.

En esencia, tenemos lo mismo en la Unión Soviética. No es superfluo señalar que hace un siglo, en su obra "Anti-Dühring", Engels señaló que el carácter de la propiedad estatal depende de en qué manos esté el estado.

Por supuesto, la transformación de la propiedad socialista en capitalista de un tipo especial, y de la fuerza de trabajo en una mercancía no se produjo en la Unión Soviética con el toque de una varita mágica, sino a través de todo un proceso de degeneración de la dictadura del proletariado en una dictadura de la nueva burguesía revisionista. 

En la medida en que se completaron los procesos de degeneración de la superestructura, de cambio del carácter de propiedad, de la transformación de la fuerza de trabajo en mercancía, de la extensión y florecimiento de la producción mercantil capitalista, el proceso de restauración de la explotación capitalista también, en toda su amplitud y profundidad, se completó automáticamente en la Unión Soviética. Esto fue el resultado inevitable de la restauración de la producción capitalista mercantil. Esto es lo que nos enseña Marx:

"Al paso que esta producción se desarrolla, obedeciendo a sus propias leyes inmanentes, para convertirse en producción capitalista, las leyes de la propiedad inherentes a la producción de mercancías se truecan en las leyes de apropiación del capitalismo". 

II

Ahora bien, no hay dudas de que la forma principal del capitalismo en la Unión Soviética es el capitalismo monopolista de estado de nuevo tipo. Pero este "nuevo tipo" no significa en absoluto que veamos otra esencia del capitalismo. El nuevo tipo consiste sólo en la forma de su nacimiento y papel, mientras que en lo que se refiere a su esencia, es el capitalismo como en todos los países capitalistas. 

El capitalismo de estado en los países occidentales nació principalmente como resultado de las nacionalizaciones con compensación llevadas a cabo por el estado burgués, mientras que en la Unión Soviética surgió a través de la culminación del proceso de degeneración de la dictadura del proletariado en una dictadura de la nueva burguesía. En los países capitalistas occidentales, el capitalismo de estado juega un papel dependiente del capital privado, como herramienta de este último, mientras que en la actual Unión Soviética juega el papel dominante y principal.

Pero mientras señalamos el hecho de que la forma principal de capitalismo de estado en la Unión Soviética es el capitalismo monopolista estatal de un tipo especial, debemos mencionar otras formas de capital y capitalismo que existen actualmente.

Como resultado de los grandes sueldos que recibe la nueva burguesía soviética en el sector agrícola estatal y colectivo, logra no sólo llevar una vida fabulosa, sino también crear colosales "ahorros" en forma de depósitos, que, por medio de intereses, "dan a luz" a más dinero. Aquí no se trata de negar la posibilidad del ahorro en la sociedad socialista. Naturalmente, paralelamente al aumento del bienestar general, los trabajadores también crean ahorros para satisfacer mejor sus necesidades de consumo en el futuro. Pero cuando esos ahorros pertenecen únicamente a "personas con habilidades especiales", cuando provienen de los salarios y bonificaciones excepcionalmente altos que reciben, y generan grandes sumas de intereses, ya no son ahorros, sino capital prestado, dinero que da origen al dinero. 

Esto es lo que dice Lenin: 

"El punto de partida de cualquier capital, tanto industrial como comercial, es la formación de medios financieros gratuitos en manos de personas individuales (las palabras "medios gratuitos" deberían entenderse como aquellos medios financieros que no se utilizan necesariamente para el consumo personal, etc.)".

A día de hoy, la nueva burguesía soviética y una parte de la aristocracia obrera poseen casi 60 mil millones de rublos en depósitos, lo que genera un interés de 2 mil millones de rublos al año, sin siquiera mover un dedo. La fórmula del capital, préstamo P-P', demostrada por Marx hace un siglo, es precisamente la fórmula de estos "ahorros" de la nueva burguesía soviética. 

Pero esta no es la única forma de capital monetario privado que posee la nueva burguesía soviética. Existen otras formas, en forma de obligaciones estatales, seguros, etc. Por último, no podemos dejar de mencionar otra forma de producción de mercancías que da a luz cada día a nuevos capitalistas en la Unión Soviética, que involucra a la llamada "parcela personal del agricultor colectivo". Ningún marxista ha negado que mientras las cooperativas agrícolas no puedan satisfacer algunas necesidades de sus miembros, los cooperativistas deben tener una parcela de tierra personal para algunas de sus necesidades familiares. Pero cuando esta "parcela personal" se extiende más allá de toda medida y es usada no para necesidades personales, sino para abastecer al mercado, entonces se convierte en una economía de simple producción de mercancías que, como dijo Lenin, en cada minuto, a cada hora, y cada día, da a luz al capitalismo. Este es precisamente el tipo de economía de un gran número de "parcelas personales de agricultores colectivos" en la actual Unión Soviética. Estas "parcelas personales" suministran actualmente hasta el 60% de los vegetales, el 80% de la fruta, etc. Por lo tanto, como economías de producción de mercancías, dan a luz a nuevos capitalistas cada día. 

III

El análisis del carácter capitalista de la economía soviética no debe hacerse sobre la base de las apariencias externas, de la demagogia de los traidores al marxismo, de las leyes y formas jurídicas que todavía conservan el barniz "socialista", sino en la manera en la que los clásicos del marxismo-leninismo, el Partido del Trabajo y el camarada Enver Hoxha nos enseñan, sobre la base de las relaciones económicas reales. 

Criticando a los populistas, Lenin enseñó a los marxistas:

"Para definir el tipo (de economía - A. Pano) debemos, naturalmente, considerar las principales características económicas de un orden y no sus formas jurídicas". Y la realidad económica de la Unión Soviética actual es tal que, sin tener en su bolsillo ninguna escritura que les dé derecho a la propiedad de los medios de producción del país pero gracias a su posición actual, la nueva burguesía revisionista utiliza estos medios para la explotación de la clase obrera, para la apropiación capitalista de la plusvalía creada con el trabajo no remunerado de los trabajadores de base. 

Al igual que en todos los demás elementos de las relaciones de producción, las relaciones de distribución también han degenerado completamente. Precisamente por eso, la nueva burguesía soviética puede permitir que los trabajadores guarden en un cajón el texto de la constitución soviética, que legalmente consagra el derecho a la propiedad común, siempre que estos mismos burgueses mantengan la libreta bancaria en la que aumentan continuamente las sumas de rublos depositados.

Basta comparar la segunda parte de la plusvalía apropiada individualmente por los miembros de la burguesía soviética en forma de "sueldos y bonificaciones" con el sueldo de un trabajadores de base, para comprender todo el carácter explotador de las relaciones capitalistas de distribución en la Unión Soviética. Actualmente, los sueldos y bonificaciones de los altos directivos soviéticos (por no hablar de la élite del partido, el estado, el ejército y los científicos) son de 15 a 20 veces mayor que el sueldo mínimo de los trabajadores corrientes. Por supuesto, para preservar su dominación de manera más fácil. La burguesía soviética, por medio de bonificaciones, también corrompe a una pequeña parte de la clase obrera, la transforma en aristocracia obrera, como es el caso de cualquier sociedad capitalista. 

Pero todo el sistema de distribución que opera en la actual Unión Soviética, la cantidad colosal de bonificaciones, que en algunos casos son totalmente ilimitadas, no tienen nada en común con el principio socialista de distribución según el trabajo, sino que bajo la etiqueta del "reconocimiento de los méritos especiales de los administradores", sirve a la apropiación individual de la nueva burguesía soviética de una parte de la plusvalía producida con el trabajo no remunerado de los trabajadores soviéticos. Precisamente sobre este trasfondo tenemos el crecimiento del contraste social: Por un lado, la clase de la nueva burguesía soviética, que lleva una vida fabulosa y lujosa, y, por otro, los trabajadores de base que viven en tal pobreza que, como el periódico soviético "Socialisticheskaya Industria" dejó escapar sin querer que sólo ahora están reemplazando las cucharas de madera con las de metal. No podría ser de otra manera. Es cierto que inmediatamente después de su llegada al poder, Jhrushchov prometió cucharas de oro para todo el mundo, pero por las palabras "todo el mundo" se refería sólo a la nueva burguesía soviética, que se convirtió en dueña del poder estatal y de los medios de producción, mientras que los demás eran considerados como esclavos asalariados. 

El grado de explotación de los trabajadores en toda economía capitalista se mide con la norma de plusvalía, que representa la relación entre la plusvalía y el capital variable. Las estadísticas soviéticas de estas categorías todavía conservan los denominados términos "socialistas" y falsifican la cantidad de capital variable, al incluir los salarios de una parte de la nueva burguesía soviética, que, como decíamos, representan una parte de la plusvalía. Pero incluso de esas cifras "manipuladas" por las estadísticas soviéticas, se desprende de que la norma de explotación de la clase obrera soviética en 1972 era un 23% mayor que en 1960. Tal es la "ganancia" de la clase obrera soviética de la llamada construcción del comunismo (léase: restauración del capitalismo).

IV

La restauración del capitalismo en la Unión Soviética también provocó el reemplazo de todas las leyes y categorías económicas socialistas por las capitalistas. El proceso de restauración del capitalismo se prolongó durante varios años, que fueron también los años de la extensión del funcionamiento de leyes y categorías capitalistas, hasta que llegaron a su estado final. 

La ley fundamental de la economía soviética actual es la ley de obtención de beneficios máximos. Uno de los aspectos de su manifestación en la actividad práctica consiste en el hecho de que la completa actividad de las empresas soviéticas es evaluada a partir del índice principal, que es la denominada "rentabilidad de los fondos" (léase: rentabilidad del capital). Los revisionistas soviéticos pueden involucrarse en la demagogia tanto como quieran, alegando que el objetivo de su producción ha seguido siendo la satisfacción de las necesidades de las masas trabajadoras, sin embargo, no son las palabras lo que importa, sino los hechos. Mientras las grandes bonificaciones de los nuevos administradores soviéticos dependan sólo de la "rentabilidad de los fondos", todos entienden que, para llenarse los bolsillos, hacen todo lo posible, no para satisfacer las necesidades de la economía y de los trabajadores, sino para aumentar sus bonificaciones. Su lema es precisamente un viejo dicho ruso, "Mi camisa está más cerca de mi cuerpo".

El único regulador de la producción soviética es la ley del valor y la espontaneidad del mercado. El volumen de ventas es el segundo índice de evaluación del trabajo de las empresas. Pero el volumen de ventas está directamente determinado con la situación del mercado, por lo tanto, es precisamente esta espontaneidad del mercado la que regula la producción soviética y no el "plan" como ellos parlotean. Para mantener las apariencias los revisionistas soviéticos pueden hacer comedias y "criticar" el llamado "socialismo de mercado" de un tal Otto Schick, pero ellos mismos han establecido hace mucho tiempo el capitalismo de mercado. 

La distribución de inversiones en la Unión Soviética actual, se lleva a cabo de acuerdo con la llamada "coeficiente normativo de inversiones de capital", que no es más que una etiqueta "socialista" para la norma promedio de ganancia. La categoría del precio de producción capitalista, para la que los revisionistas encuentran mil y un nombres y justificaciones "socialistas", está operando en toda la economía soviética. A través de la descentralización de precios, que son fijados por las propias empresas, "precios escalonados", etc., etc., el libre juego de precios es plenamente operativo, aunque de otras formas. La categoría capitalista de interés sobre el capital se ha establecido en toda la economía.

La lucha de las empresas individuales por las condiciones más favorables para la creación de fondos incentivos, por el crédito y el capital más ventajosos, por una estructura de surtidos más rentable, etc., no es más que una forma de competencia que opera en la economía capitalista. Al unir, fusionar y transferir las actividades de empresas individuales, los revisionistas soviéticos ocultan los procesos de quiebra de las empresas capitalistas individuales, pero de hecho, esta quiebra existe. Muchas empresas soviéticas han caído en una bancarrota financiera. Durante el período de 1965 a 1971, los préstamos bancarios no reembolsados a tiempo por las empresas aumentaron 2,3 veces. Durante el período de 1966 a 1970, la violación del plazo normal de liquidación de las obligaciones por parte de las empresas soviéticas aumentó un 25%, mientras que el total de todas las obligaciones no pagadas a tiempo aumentó un 78%.

La completa restauración del capitalismo en la Unión Soviética no podía dejar de producir el fabuloso enriquecimiento de la nueva burguesía, el empobrecimiento de las masas trabajadoras, continuos fracasos económicos, desempleo y crisis, manifestadas de formas ocultas y otros fenómenos capitalistas. 

Para mostrar las desastrosas consecuencias de la restauración del capitalismo en la economía soviética, mencionaremos sólo el marcado descenso de las tasas de desarrollo económico en comparación con la época en que aún existía la economía socialista. Así, en comparación con el período de 1945 a 1960, la tasa media de aumento de la renta nacional de la Unión Soviética en los años de 1960 a 1965 se redujo un 44%, en los años de 1965 a 1970 descendió un 35% y en 1974 cayó un 58%. Y hay que decir que las tasas de desarrollo económico calculadas por las estadísticas soviéticas contienen en sí mismas el colosal aumento, en los últimos años, de la producción militar, y si esto fuera excluido, la situación de crisis y el verdadero declive económico sería aún más pronunciado. 

Todo análisis de los hechos reales muestra que la economía soviética actual es total y definitivamente capitalista. Es precisamente esta economía la que constituye la base del socialimperialismo soviético, que se caracteriza en el campo interno por la explotación salvaje del pueblo trabajador, por las contradicciones antagónicas de clase, por fenómenos de decadencia y sucesivas crisis, militarización sin precedentes, etc., mientras que en el campo externo se caracteriza por la expansión, no sólo política y militar, sino también económica; por la explotación de otros países y principalmente, de los "aliados" de Europa del Este.

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