domingo, 31 de mayo de 2020

Xhafer Dobrushi; Los puntos de vista antimarxistas de los revisionistas titoistas sobre la nación: Una expresión de su perspectiva idealista y reaccionaria, 1987

Josip Broz Tito y Eduard Kardelj


Como siempre, los revisionistas titoistas continúan afirmando que supuestamente han abordado y resuelto la cuestión nacional en su país de una manera marxista-leninista. Por supuesto, no podría ser más falso. Los análisis científicos y materialistas del PTA y del camarada Enver Hoxha de esta peligrosa tendencia revisionista han demostrado que las teorías titoistas y las prácticas en la nación y la cuestión nacional, como todos sus puntos de vista y posiciones sobre la teoría y la práctica de del socialismo científico no contienen nada proletario ni socialista, se desvían flagrantemente del marxismo-leninismo. Las teorías de los revisionistas titoistas sobre la noción de la nación, que expresa su perspectiva del mundo reaccionaria e idealista, sirven directamente a los intereses de la burguesía chovinista yugoslava. Son intentos de proporcionar una "base teórica" para su política burguesa, nacionalista y chovinista que se implementa en Yugoslavia y que caracteriza todo su sistema de "autodeterminación" capitalista.

La teoría marxista-leninista ha proporcionado y formulado hace mucho un concepto científico y materialista completo sobre la nación. Partiendo de los principios fundamentales establecidos por Marx, Engels y Lenin sobre esta cuestión, de la base de un análisis dialéctico completo del proceso histórico y las condiciones materiales que han llevado a la creación y fortalecimiento de las comunidades sociales y el reemplazo de las comunidades inferiores, como los parentescos y tribus, con otras, comunidades superiores, nacionalidades y naciones, J.V. Stalin realizó una definición científica de la nación. "La nación es una comunidad permanente de personas formada históricamente que ha surgido sobre la base de la comunidad del idioma, territorio, vida económica y formación psicológica, que se manifiesta en la comunidad cultural". Esta definición expresa las características más generales y los componentes principales de la nación. La negación de cada una de ellas y los intentos de añadir otros elementos no son más que una desviación abierta de la teoría marxista-leninista de la nación, vanos esfuerzos por encubrir y justificar la persecución de una política no proletaria en la cuestión nacional.

Con sus puntos de vista y posiciones prácticas, los revisionistas yugoslavos se han opuesto abiertamente a la concepción y definición científica y materialista de la nación en todos sus aspectos.

Tras levantarse contra el concepto marxista-leninista de Stalin sobre la nación y su definición científica, uno de los líderes titoistas y principales teóricos, Eduard Kardelj, se comprometió a hacer una "nueva" definición. "La nación, como la concebimos actualmente", escribe, "es un fenómeno histórico, socio-económico y político-cultural que ha surgido a partir de condiciones definidas de la división social del trabajo".

Como se ve, en esta definición Kardelj excluye, no involuntariamente, del contenido de la nación todo lo que caracteriza la esencia de la comunidad nacional. Distorsiona abiertamente el proceso histórico del surgimiento y la consolidación de las naciones, niega su rasgo más general que las caracteriza como comunidades permanentes de personas e ignora elementos tan determinantes como la comunidad del idioma, el territorio y vínculos económicos.

Por supuesto, la definición la nación de Kardelj no carece de propósitos. Es la conclusión de un voluminoso libro que, como dice el propio autor, fue escrito para aclarar y elaborar las bases teóricas del programa nacional de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia (LCY). Encontramos el espíritu antimarxista y anti-científico que impregna esta concepción de la nación de naciones que se encuentra en la base de las teorías de los revisionistas titoistas sobre la cuestión nacional y de la nación.

Entre las principales distorsiones que los revisionistas titoistas hacen de la teoría marxista-leninista de la nación está su falsificación del proceso de su formación. Al afirmar que "la nación... ha surgido en ciertas condiciones de la división social del trabajo", Kardelj no menciona la causa principal que condujo a la formación y consolidación de las comunidades nacionales que, como se sabe, es la creación del modo capitalista de producción. Llega a predicar abiertamente que la división social del trabajo es la causa principal, no sólo de la formación de las comunidades nacionales, sino también el surgimiento del sistema capitalista.

Por supuesto, este es un concepto y una posición que está flagrantemente en contra del proceso histórico del desarrollo social, las condiciones materiales y las leyes objetivas que condujeron al surgimiento del modo de producción capitalista. El análisis de estas condiciones y el conocimiento de estas leyes, un análisis realizado en detalle por Marx, Engels, Lenin y Stalin, muestra que no es la división social del trabajo lo que provoca tales transformaciones en la sociedad como la aparición de naciones y el modo capitalista de producción, sino que precisamente es el modo capitalista de producción lo que determina tanto el surgimiento de las naciones como la necesidad de profundizar la división social del trabajo.

En El Capital, su monumental obra, Karl Marx aporta argumentos científicos para mostrar el proceso del derrocamiento del feudalismo y el surgimiento del capitalismo. La base de este proceso radica, no en la división social del trabajo, como Kardelj trata de hacernos creer, sino en la acumulación de capital, la concentración de una gran riqueza en dinero en manos de los grandes terratenientes, comerciantes y usureros. Los propietarios de este capital, en sus constantes esfuerzos por aumentarlo, concentran los medios de producción y a los obreros en talleres. De esta manera surgieron las primeras empresas que utilizaban a obreros contratados que realizaban trabajos manuales sobre la base de la división social del trabajo. La creación de las dos nuevas clases de la sociedad: la burguesía y el proletariado, la creación de un mercado nacional unificado y la profundización de la división social del trabajo son una expresión y el resultado de este grado de desarrollo de la producción social y las relaciones materiales relativas.

La división social del trabajo ha existido en las formaciones sociales pre-capitalistas, pero no ha conducido ni ha podido conducir al surgimiento de las naciones, ni puede conducir al derrocamiento de un orden social y al triunfo de otro superior, porque como categoría social, la división social del trabajo asume sus formas definidas y difiere y profundiza según la naturaleza de las formaciones socio-económicas. Precisamente sobre esta cuestión, Marx señaló que "... la división del trabajo manufacturero es un resultado muy específico del modo de producción capitalista." Criticando a Proudhon, quién concibió la división del trabajo como una categoría permanente, como una causa determinante que condujo al surgimiento de todas las relaciones de producción capitalista, Marx subrayó: "La división del trabajo dentro del taller se desarrolló después de la acumulación y concentración de medios de producción y de los obreros," y que "el desarrollo de la división del trabajo presupone la unión de los obreros en un mismo taller..., en realidad este taller es una condición para la existencia de la división del trabajo". De aquí se desprende que no es la división del trabajo la que determina la transición del feudalismo al capitalismo. Y dado que las naciones son productos inevitables de la época burguesa del desarrollo social, el proceso de su surgimiento no puede vincularse de ninguna manera con la división social del trabajo.

V.I. Lenin y J.V. Stalin demostraron que las naciones se formaron en el proceso del surgimiento y desarrollo del capitalismo, en el proceso de la unificación de los mercados locales en un mercado nacional. Durante este proceso, se crean vínculos económicos que envuelven a toda la población que habla una lengua común y vive en el mismo territorio. Desde estas posiciones y con este espíritu, Lenin analiza el proceso de formación de la nación rusa. "Sólo el nuevo período de la historia rusa (alrededor del siglo XVII)," dice, "se caracteriza por la fusión real de todas estas regiones, tierras y principados en un todo. Esta fusión... fue provocada por la extensión de los intercambios entre regiones, el crecimiento gradual de la circulación de mercancías y la concentración de los pequeños mercados locales en un mercado en toda Rusia."

Las tesis de los revisionistas titoistas, que vinculan el proceso de formación de las naciones con la división social del trabajo en el capitalismo, ocultan en sí objetivos contrarrevolucionarios. Según esta pseudo-teoría, así como la división social del trabajo en el capitalismo supuestamente condujo a la formación de naciones, en las condiciones del imperialismo actual, el desarrollo de la ciencia, la técnica y la revolución científico-técnica, cuando la división social del trabajo ha sido profundizada y extendida a dimensiones internacionales, automáticamente conduce a la cercanía y la unión de las naciones y a la desaparición de las diferencias nacionales. "La división social del trabajo que es requerida por este desarrollo de las fuerzas productivas y el volumen del intercambio de valores materiales en el mundo", escribe Kardelj, "va necesariamente más allá de las estrechas fronteras nacionales, acerca a las naciones e incluye al hombre directamente en el mecanismo de la economía mundial. Junto a esto, se debe cambiar la conciencia del hombre sobre su interés material y cultural y, de hecho, se está cambiando. En este momento se están formando organizaciones internacionales para la cooperación económica, que muestran que la conciencia de los intereses económicos comunes está trascendiendo las fronteras nacionales y extendiéndose a regiones cada vez más grandes... Este es el proceso de unificación de naciones que se produce por la división social del trabajo en la época en que la humanidad está entrando en el socialismo." No se puede ser más explícito.

El carácter metafísico y contrarrevolucionario de los reclamos de los titoistas reside en el hecho de que estos consideran la eliminación de la opresión nacional, y la cuestión del establecimiento de la igualdad entre naciones y su cercanía y unión como fenómenos que pueden revolverse en el marco del orden capitalista y sólo intensificando la división internacional del trabajo. Partiendo de estas posiciones, los revisionistas titoistas niegan la lucha de las masas populares en las naciones oprimidas por la libertad y la independencia contra la burguesía de las naciones opresoras, y con esto sólo justifican y fomentan la profundización de la desigualdad entre naciones, la opresión nacional más salvaje.

La tendencia objetiva del imperialismo a intensificar los vínculos económicos, políticos y culturales y a trascender y romper las fronteras nacionales sobre la base de la socialización internacional de la producción capitalista, como Lenin ha señalado con precisión científica, no conduce y nunca puede conducir a la unión voluntaria de naciones, como hacen los revisionistas titoistas. Al contrario, el único camino correcto seguido por el proletariado de acuerdo con esta tendencia es la lucha contra cualquier desigualdad nacional, el apoyo resuelto a los movimientos de liberación de las naciones oprimidas y la unión internacionalista del proletariado y los trabajadores dentro de un país y a escala internacional para deshacerse del yugo del capital y para luchar contra la burguesía y el imperialismo.

Está bastante claro que el "acercamiento" y la "unión" de las naciones en las condiciones del imperialismo de la que hablan los titoistas no es más que un reflejo de la realidad capitalista actual que se caracteriza por las tensas relaciones nacionales e internacionales; es el derecho del que la burguesía de las naciones opresoras, la burguesía americana y soviética, en primer lugar, se apropia para someter a otras naciones por la violencia y pisotear su soberanía. La interpretación titoista de la tendencia imperialista para intensificar los vínculos económicos, políticos y culturales entre las naciones y a romper y trascender las fronteras nacionales, que supuestamente es producida por la división social del trabajo, pasa por alto las profundas contradicciones entre el proletariado y la burguesía, entre las naciones opresoras y oprimidas; equivale a predicar abiertamente la idea de que las naciones oprimidas deben someter y sacrificar su causa a los intereses de las superpotencias  y otras potencias imperialistas.

Al defender la opinión de que la formación, existencia, unión y fusión de las naciones está determinada sólo por la división social del trabajo, los revisionistas titoistas se deslizan a posiciones totalmente metafísicas.

Primero, disocian arbitrariamente a la comunidad nacional del orden socio-económico que lo engendra, de las relaciones de producción capitalistas, y, de esta manera, ignoran los cambios radicales que tienen lugar en el desarrollo de las naciones como resultado del cambio del orden social, el derrocamiento del capitalismo y el triunfo del socialismo. Precisamente por esta razón Kardelj se opone violentamente a las tesis marxistas que hacen una distinción de principios entre las naciones socialistas y las naciones burguesas e incluso considera esta distinción absurda.

Segundo, la posición metafísica de los revisionistas titoistas se hace aún más evidente desde su posición sobre el futuro de las naciones. Abogando por la unión de las naciones y la eliminación de las distinciones nacionales en las condiciones de la existencia de la propiedad privada y las relaciones de producción capitalistas, los titoistas se oponen al desarrollo libre e independiente de las naciones, de su idioma y cultura, un desarrollo que puede alcanzar su máximo nivel sólo en las condiciones de las relaciones de producción socialistas y comunistas, sólo cuando existen las condiciones para el liderazgo político del proletariado en la sociedad.

La negación de la tesis de que las naciones son comunidades sociales permanentes es otra distorsión de la teoría materialista de la nación por parte de los revisionistas yugoslavos.

El marxismo-leninismo ha demostrado desde hace mucho que el idioma común, el territorio, la comunidad de vínculos económicos y la cultura creado bajo la influencia directa del proceso histórico y transmitido de una generación a otra, crea una comunidad fuerte y duradera de una nación. La conciencia nacional, que es el reflejo de fuertes y estrechos vínculos de los miembros de la nación, es formada y establece profundas raíces sobre esta base. En estos vínculos objetivos, los miembros de diferentes naciones ven sus intereses vitales, por lo tanto, la conciencia nacional se convierte en una fuente de lucha para la autoafirmación nacional y es transformada en una fuerza excepcional que permite que incluso las naciones más pequeñas o partes de ellas resistan durante siglos a los esfuerzos de las naciones opresoras de asimilarlas mediante la violencia. Esta conclusión ha sido confirmada hace mucho por la lucha prolongada y heroica que muchas naciones han librado y continúan librando para ganar su libertad.

La permanencia de las naciones, su resistencia y su fuerza interna, que se ha puesto en pie y continúa haciendo frente a los objetivos chovinistas de asimilación y exterminio, ha obligado a las clases dominantes de las naciones opresoras a utilizar, junto a la violencia desenfrenada, diferentes medios de esclavización espiritual para lograr sus objetivos: la esclavitud y asimilación de las naciones anexas o partes de ellas. Para esto, han estado inventando todo tipo de "teorías" y puntos de vista a través de los cuales astutamente tratan de sembrar la indiferencia respecto a la pertenencia nacional a las masas populares de las naciones oprimidas, para amortiguar los profundos sentimientos sobre su idioma, cultura, historia y costumbres ancestrales o para suprimirlas por completo para socavar o destruir su lucha por la afirmación nacional.

Una de estas pseudo-teorías es la que identifica a la comunidad nacional con la comunidad estatal. Según esta teoría, en un estado multinacional la pertenencia nacional de cada ciudadano no está determinada por la base del idioma y otros componentes de la nación, sino en la ciudadanía.

Los revisionistas yugoslavos adaptaron hace mucho tiempo la teoría burguesa que identifica la comunidad nacional con la comunidad estatal. Kardelj parte de estas posiciones metafísicas e idealistas cuando, en flagrante oposición a la teoría materialista del marxismo-leninismo, excluye de la noción de la nación una de sus características esenciales: su carácter como comunidad permanente de personas, y esta no es su única posición errónea.

Hay una larga historia de intentos de identificar la comunidad nacional con la estatal en Yugoslavia. Surgieron inmediatamente después de la creación del Reino de los serbios, croatas y eslovenos, como una tendencia de la burguesía serbia de serbización de otras naciones más pequeñas incluidas en el estado yugoslavo. El Partido Socialista Obrero (Comunista) de Yugoslavia se deslizó completamente en estas posiciones de la burguesía serbia cuando, en su primer congreso celebrado en abril de 1919, adoptó el lema "una nación y un estado nacional", y en su segundo congreso celebrado en junio de 1920, permaneció en las mismas aguas turbias, emitiendo el lema "unidad nacional". Esta posición abiertamente nacionalista y chovinista comprometió gravemente al Partido Comunista de Yugoslavia ante los ojos de las naciones oprimidas.

Sin embargo, el Partido Comunista de Yugoslavia actuó de manera lenta y vacilante para alejarse de esta posición nacionalista burguesa y oportunista. Bajo la fuerte presión de las masas y las críticas de la Comintern, necesitó tres años completos para renunciar al lema gran serbio de "unidad nacional". Más tarde el Partido Comunista de Yugoslavia no se deshizo de esta mentalidad burguesa ni de sus concepciones sobre la nación y la cuestión nacional. Esto se ve claramente en el hecho de que, en la segunda conferencia del Partido Comunista de Yugoslavia, las naciones incluidas en la comunidad estatal yugoslava fueron tratadas como tribus y, sobre esta base, fue lanzada la idea de que la "nación yugoslava" supuestamente estaba en "proceso de formación", es decir, que surgiría de la unión y fusión de estas llamadas tribus.

Esta concepción de la nación y la cuestión nacional por parte del PCY llevaba en esencia la idea de la "unidad nacional"; por lo tanto, coincidió plenamente con los objetivos de la burguesía gran serbia para la desnacionalización y asimilación de otras naciones incluidas en el Reino yugoslavo. Precisamente, esta situación malsana en las filas del PCY, especialmente en sus líderes, obligó a la Comintern a prestar atención continuamente a la cuestión nacional yugoslava.

En el Pleno ampliado del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista que se celebró en Moscú, del 21 de marzo al 6 de abril de 1925, hubo una discusión especial sobre la política nacional del Partido Comunista de Yugoslavia y se llamó la atención sobre el gran daño causado al movimiento de liberación nacional en Yugoslavia por la difusión de la idea de que supuestamente los serbios, croatas y eslovenos eran una sola nación. "La leyenda de la unidad nacional de los serbios, croatas y eslovenos," dice la resolución de este Pleno, "debe exponerse como un disfraz de la política nacionalista opresora de la burguesía chovinista serbia. Ningún comunista puede apoyar la difusión de esta leyenda a través de... la fabula de la fusión natural que se supone asiste al proceso del desarrollo económico".

La posición del Partido Comunista de Yugoslavia sobre el problema del yugoslavismo como una identidad nacional no cambió, en principio, en el momento en que los titoistas llegaron a la dirección de este partido. Tito, Kardelj y otros titoistas "se opusieron" a las opiniones de sus predecesores sobre "la única nación yugoslava" y la llamaron "viejo yugoslavismo", pero no lo hicieron porque partían de posiciones de principio o de los principios del marxismo-leninismo para abordar la cuestión nacional, sino que sólo para defender los intereses de la burguesía croata-eslovena de la política asimiladora de la burguesía serbia, para establecer una especie de equilibrio entre estas dos agrupaciones burguesas. De ahí la táctica de los titoistas quienes, por un lado, criticaron, como todavía lo hacen, el "viejo yugoslavismo" mientras por otro, propagan y apoyan su "nuevo yugoslavismo socialista" cubierto con frases oscuras y lemas huecos de "igualdad", "unidad" y "fraternidad".

La esencia del yugoslavismo como ideología burguesa y política nacional burguesa surge casi abiertamente en la forma en que Kardelj define este fenómeno: "La esencia del yugoslavismo actual", escribe, "puede ser sólo... la comunidad social, material y los intereses políticos de los trabajadores de todos los pueblos de Yugoslavia,... lo que une a los pueblos de Yugoslavia es su componente humano general en lugar de sus componentes nacionales estrechos".

Está claro que en un país como Yugoslavia en el que existe y se desarrolla la propiedad privada, en el que las contradicciones entre clases antagónicas se exacerban y profundizan sin cesar y en el que existe la opresión nacional en las formas más salvajes, "el componente humano general" del que hablan los titoistas y con el que intentan encubrir el verdadero significado del yugoslavismo, no es más que el derecho de la vieja y nueva burguesía de Yugoslavia, especialmente la burguesía serbia y la croata-eslovena, de oprimir y explotar despiadadamente a las otras naciones y nacionalidades en el sistema de autogestión capitalista.

El apoyo que el PCY dio al concepto del yugoslavismo como una identidad nacional y la propaganda realizada sobre esta cuestión fue más allá de los límites de la teoría. En el censo general de la población de Yugoslavia realizado en 1961, más de 317.000 personas se declararon de nacionalidad yugoslava, mientras que en el censo de 1981 este número aumentó a 1.216.463 o más de cuatro veces la cifra del censo anterior.

En Serbia, los ciudadanos que se declararon yugoslavos constituyen el 12% de la población, en Croacia el 8,4%, en Bosnia-Herzergovina el 7,9% (aquí los registrados como yugoslavos son mayormente serbios y croatas); mientras que en Macedonia los ciudadanos que se han declarado como yugoslavos representan sólo el 0,7% de la población y en Kosovo el 0,2% etc.

La prensa titoista también subraya el hecho de que la mayoría de los ciudadanos que se han declarado yugoslavos son serbios y croatas. "El lugar principal entre los yugoslavos", escribe el experto en ciencias demográficas M. Lalovic, "es ocupado por serbios y croatas... que se expresan en mayor número por la nacionalidad yugoslava".

Es evidente que el yugoslavismo sirve directamente a los intereses de las naciones opresoras, y está dirigido a la desnacionalización y asimilación de las naciones más pequeñas.

Este gran y rápido crecimiento en el número de ciudadanos que se han declarado yugoslavos ha despertado una feroz polémica en diferentes niveles republicanos y federativos en Yugoslavia. Sin embargo, los titoistas, como todos los revisionistas, siguen una lógica propia. Su posición antimarxista consciente, que siempre los ha caracterizado, su arraigada hostilidad hacia la libertad y la verdadera igualdad de las naciones y nacionalidades y su obstinada defensa de los intereses de la nueva y antigua burguesía yugoslava, de la que forman parte, impulsan a los revisionistas yugoslavos a fomentar aún más la idea y la práctica de la creación de la nacionalidad yugoslava.

Además de los gran serbios, que se expresan abierta y arrogantemente por el unitarismo, también son típicas las declaraciones de algunas personalidades destacadas de la LCY que afirman ser teóricos de la cuestión nacional. "Desde un punto de vista nacional, todo el mundo tiene el derecho a identificarse por el medio en el que ha nacido o declararse de otra manera, es decir, también como yugoslavo", dijo el miembro del liderazgo del CC de la LCY, D. Dragosavac en una entrevista con la revista Mezhdunarodnaya politika. Al tratar con la misma pregunta en un mitin en Kozara, otro miembro del liderazgo del CC de la LCY, H. Pozderac, enfatizó: "... ¿Qué pasa si alguien se declara yugoslavo? Este es un derecho innegable de cada individuo y todos pueden declararse como quieran".

Incluso después de estas declaraciones abiertas en apoyo de la "nacionalidad yugoslava", estos revisionistas tienen el valor de afirmar que renunciar a la propia nacionalidad y declararse "yugoslavo" supuestamente no conduce a la identificación de la comunidad nacional con la comunidad estatal, que este fenómeno supuestamente no tiene nada que ver con la oposición a los esfuerzos de la afirmación nacional. Estas afirmaciones son tan absurdas que incluso muchos personalidades titoistas la denuncian abiertamente. "Creo que la aparición del yugoslavismo en el sentido de nacionalidad, especialmente el rápido aumento en el número de quienes lo adoptan", escribe el profesor Dusan Dilandji, miembro del CC de la LC de Croacia y profesor en la Facultad de Ciencias Políticas de Zagreb, "muestra que algo no está en orden en nuestra sociedad, porque esto no es un fenómeno social normal... Hay que decir que, en esencia, la pregunta es sobre una distorsión de la noción de la nación".

La animación y fortalecimiento de las tendencias unionistas serbias han agudizado aún más la cuestión del "yugoslavismo". Fue uno de los principales temas de discusión en la convención científica con motivo del 40 aniversario de la primera reunión del Consejo Antifascista de Liberación Nacional de Yugoslavia. En la sección de ciencias históricas, surgió una feroz polémica sobre el tema. El lado serbio defendió abiertamente la tesis de regulación centralizada de Yugoslavia, lo mismo que en el Reino de antes de la guerra en el que la burguesía hizo la leí en toda Yugoslavia. Los gran serbios hicieron todo lo posible para expresar su pesar por la desaparición de la antigua Yugoslavia centralizada y expresaron su indignación por el hecho de que hoy no se sigue el mismo camino.

Estas declaraciones despertaron una fuerte reacción. "En esta campaña", dijo el sociólogo esloveno Òtipe Òuvar, "leemos y escuchamos que una de las causas de la antigua Yugoslavia... fue la hostilidad hacia la idea yugoslava. Sin embargo, ellos (los gran serbios - nota del autor) enfatizan la... regulación centralista de la antigua Yugoslavia como la única alternativa real y recomiendan que también siga el camino europeo en nuestro tiempo, un camino que se expresó en la forma de Bismarck de unir a los alemanes en torno a Prusia, en el papel de Piedmont en el Risorgimento italiano, un papel que necesariamente se atribuye al pueblo serbio".

La línea y la política de los revisionistas titoistas que identifican la comunidad nacional con la comunidad estatal se deriva de su perspectiva idealista y metafísica del mundo y de los intereses de la vieja y nueva burguesía yugoslava que ellos defienden y representan. Contra la lógica del proceso objetivo y las condiciones históricos que llevaron a la formación de comunidades nacionales y  al desarrollo de las características nacionales, ellos piensan que pueden ignorar la fuerza y la permanencia de las naciones y partes de las naciones, que pueden asimilar fácilmente algunas de ellas.

Decir a las naciones que conforman una comunidad estatal que renuncien a su identidad nacional, que luchen por su fusión y liquidación antes de la construcción de la sociedad comunista y, más aún, en las condiciones del capitalismo, como en el caso de Yugoslavia actualmente, es una postura metafísica que, desde el punto de vista de la teoría del materialismo histórico, proviene únicamente de una política chovinista.

Como se sabe, las condiciones para la fusión y la desaparición de las naciones se crean sólo después del triunfo del comunismo a escala mundial. Sólo el período histórico de transición desde el derrocamiento del capitalismo al comunismo, cuya característica fundamental es la existencia de la dictadura del proletariado, crea las condiciones para que las naciones anteriormente oprimidas y explotadas se desarrollen, prosperen y muestren sus verdaderos méritos. Sólo cuando la propiedad privada y las clases explotadoras sean liquidadas y cuando la sociedad comunista haya sido construida, esos factores que surgen y justifican el uso de la violencia por parte de algunas naciones sobre otras, desaparecerán de la sociedad, se establecerá la verdadera igualdad nacional y confianza mutua entre las naciones. Cualquier otra posición, cualquier negación o tendencia a la negación de los esfuerzos de para la autoafirmación y desarrollo nacional integral, como siempre han hecho los revisionistas titoistas, va en contra del proceso dialéctico del desarrollo histórico y, como tal, presupone necesariamente el uso de la violencia salvaje.

"Tratar de proceder a la fusión de las naciones por medio de un decreto promulgado desde arriba, por medio de la coerción," dice Stalin, "significaría hacer el juego a los imperialistas, desbaratar la obra de la liberación de las naciones, echar por tierra todo el trabajo realizado para organizar la colaboración y la confraternidad de las naciones. Esa política equivaldría a la política de asimilación".

El alejamiento de los revisionistas yugoslavos de la teoría marxista-leninista de la nación y su oposición abierta hacia ella es evidente en la postura que adoptan sobre otro aspecto esencial de la nación, su contenido como comunidad histórica de personas.

Formalmente los revisionistas yugoslavos aceptan que la nación es una comunidad social histórica, pero junto a esto, en los documentos y materiales de su partido, en los discursos de los líderes titoistas y en las publicaciones de su prensa diaria también se habla de los musulmanes, rumanos o gitanos, etc. considerándolos como comunidades nacionales, nacionalidades. Esta es una distorsión abierta de la teoría marxista-leninista de la nación. Partiendo de posiciones erróneas, ellos identifican la comunidad social histórica con la comunidad religiosa o racial.

La comunidad nacional, que está formada y se consolida a través de un largo proceso histórico, principalmente por factores materiales objetivos internos, no puede confundirse o identificarse con las comunidades religiosas que se forman bajo la influencia de factores subjetivos o las comunidades raciales que están formadas principalmente bajo la influencia de factores biológicos externos. "... la nación no es una comunidad étnica", dice Stalin, "ni es una comunidad tribal, sino una comunidad de personas históricamente formada".

Otra flagrante distorsión de la teoría marxista-leninista de la nación por parte de los revisionistas titoistas es que excluyen un componente tan indispensable como el lenguaje de la noción de la nación.

La teoría marxista-leninista ha demostrado desde hace mucho tiempo que la comunidad del lenguaje es una de las características básicas de lo nacional. Todos los miembros de una nación hablan una lengua materna común "No hay nación que pueda hablar diferentes idiomas al mismo tiempo...", señaló Stalin.

El proceso de formación de las naciones ha estado asociado en todas partes con la formación de su lengua común. Durante los siglos que constituyen el período de la sociedad sin clases pre-capitalista, el idioma y territorio común crearon las condiciones para la implantación gradual, entre los miembros de una nacionalidad, de costumbres y tradiciones comunes, un estilo de vida común y una cultura común, así como vínculos comunes de muchos lados.

Con el derrocamiento del feudalismo y el triunfo del modo capitalista de producción, las nacionalidades se transformaron en naciones, que son comunidades sociales mucho más consolidadas y mucho más duraderas que las nacionalidades. Junto a los factores materiales económicos que, por supuesto, se encuentran en la base de este cambio progresivo, el lenguaje común hace que este proceso sea más fácil, es un elemento indivisible del mismo, ya que permite a los habitantes de diferentes regiones, que en condiciones del feudalismo vivían aislados unos de otros dentro de las posesiones de un señor feudal, comunicarse libremente entre sí en el proceso de producción e intercambio capitalista en el mercado nacional creado por este orden. Por lo tanto, el lenguaje no sólo se convierte en una característica esencial de la nación, sino que también en una condición para su desarrollo libre y completo.

De esta concepción materialista y científica del contenido de la nación y sus componentes se deriva la tesis marxista-leninista de que no puede haber desarrollo, afirmación o prosperidad de las naciones y de sus valores nacionales, sin apoyar el desarrollo y enriquecimiento de su idioma, literatura y cultura nacionales por todos los medios. De la misma concepción se deriva el conocido principio proletario de que, en un estado multinacional, la igualdad jurídica real de las lenguas nacionales y culturas es una demanda principal de la democracia y el socialismo.

Sin embargo, a partir de sus posiciones abiertas antimarxistas, los revisionistas yugoslavos afirman que, en las condiciones actuales del desarrollo capitalista, el lenguaje ya no es una de las características principales de la nación, y que supuestamente es posible para los miembros de una nación hablar diferentes idiomas, etc. Respecto a esto son típicos las teorías de Kardelj que, hablando sobre la "unión" y "fusión" de las naciones, dice que "... la diversidad de idiomas de esta comunidad no será en modo alguno un impedimento, sino que, con el aumento del nivel de la cultura general, la gente hablará varios idiomas. Que las lenguas de las naciones más grandes se convertirán al mismo tiempo lenguas internacionales, esto es obvio".

El contenido metafísico e idealista y los objetivos reaccionarios de las tesis titoistas son obvios si consideramos que Kardelj no vincula la unión y fusión de las naciones con la revolución proletaria, la dictadura del proletariado y el triunfo del comunismo a escala mundial -un proceso que pertenece al futuro- sino que lo ve como un proceso que tiene lugar hoy, ante nuestros ojos, en las condiciones del capitalismo, debido al desarrollo de las fuerzas productivas, avances científicos en la física, matemática, electrónica etc., y el desarrollo de la revolución científico-técnica. Estas fuerzas productivas "que se desarrollan constantemente", dice Kardelj, "transformarán gradualmente la conciencia del hombre y superarán las barreras nacionales, ya han comenzado a derrumbarse, y el hombre se convertirá en un ciudadano directo del mundo".

Esto es puro cosmopolitismo que aboga por la negación de todas las distinciones nacionales, la fusión y asimilación de las naciones oprimidas más pequeñas por las naciones opresoras más grandes. En este caso, también, los revisionistas titoistas se manifiestan como fieles apologistas del imperialismo americano y su ideología y política de explotación.

Con sus teorías y prácticas en el espíritu de la ideología del cosmopolitismo, los revisionistas titoistas sirven tanto al imperialismo internacional, a quienes sirven, y a la nueva y vieja burguesía yugoslava, como sus voceros abyectos. La política nacional de la LCY expresa y protege precisamente estos intereses de la burguesía también en materia de la lengua y cultura nacionales. Tanto en el momento de su expresión más salvaje en el período de Rankovic... como en el momento en que se hicieron algunas concesiones bajo la gran presión de las naciones y nacionalidades oprimidas, la política de la LCY se ha caracterizado siempre por el odio hacia las lenguas y culturas no serbocroatas, y por una completa falta de igualdad entre ellas. Un ejemplo de esto es la posición mantenida hacia la lengua y literatura albanesa, a la música y cultura albanesa, en general, en Yugoslavia.

Sin mencionar el período de 1945-1966, conocido como el período del Rankovic más salvaje... cuando a los albaneses que vivían en sus propios territorios en Yugoslavia se les negaron incluso sus derechos nacionales más elementales, como lo han admitido los titoistas, nos detendremos aquí en el desarrollo de estas dos últimas décadas que se anuncian como el "ideal" de la igualdad entre naciones y nacionalidades, y entre lenguas y culturas nacionales.

Es cierto que después de 1966, el idioma albanés, la literatura, la música, la educación y cultura en Kosovo se afirmaron y desarrollaron como nunca antes. Sin embargo, ese no era el mérito o el deseo de los revisionistas titoistas, o su línea y política. Al contrario, el crédito de todo va a la población albanesa en Kosovo, que lo ha logrado y defendido todo con sangre e innumerables sacrificios.

A pesar de estos logros, el idioma albanés y la cultura de los territorios albaneses en Yugoslavia siempre han sido tratados por los chovinistas serbios y yugoslavos como desiguales e inferiores comparadas con el idioma y la cultura serbocroata. Por lo tanto, se continúan ininterrumpidamente los esfuerzos (que se han intensificado después de los acontecimientos de 1981) de asimilación de la lengua y cultura albanesa en Kosovo por la lengua y cultura serbocroata. "Debe admitirse," escribe el periódico Rilindja, "que a pesar de todos los resultados... en la igualdad de los idiomas y publicaciones, especialmente en comparación con el período anterior a 1966... la práctica muestra que queda mucho por hacer, particularmente  en el caso de la lengua albanesa, que a menudo se la trata como un idioma de segunda categoría, tanto en la administración como en la vida política".

La prensa en Kosovo trae innumerables ejemplos de la vida cotidiana para demostrar que al pueblo de Kosovo se le niega el derecho a usar su lengua materna, y que se les impone el uso del serbocroata. Subraya con preocupación que "en cada reunión de cualquier nivel, comunal o regional, el debate se lleva a cabo principalmente en serbocroata. Esta práctica se sigue no sólo desde 1981, sino que incluso de antes". Significativo es el caso de una reunión en la Cámara Económica de la región de Kosovo en la que el serbocroata era el único idioma utilizado, aunque sólo 3 de 25 participantes eran serbios.

La teoría marxista-leninista de la nación deja claro que en un estado multinacional que realmente desea y trabaja por el desarrollo de las relaciones en un espíritu democrático de las naciones que lo conforman debería garantizar la libertad e igualdad de las naciones y las lenguas nacionales, publicaciones y culturas, y proporcionar sanciones concretas para aquellos que las violen. Al presentar las demandas del programa democrático sobre la cuestión nacional, Lenin enfatizó: "... ningún privilegio absoluto para ninguna nación o cualquier idioma; la cuestión de la autodeterminación política de las naciones, es decir, la separación de sus estados, debe resolverse de manera totalmente libre y democrática; se debe emitir una ley para todo el estado... que prevea los privilegios para una de las nacionalidades en cualquier campo o que invada la igualdad de las naciones o los derechos de una minoría nacional, debe declararse ilegal y nula... mientras que se debe reconocer a todos los ciudadanos el derecho a demandar la anulación de esta medida como sanciones anticonstitucionales y penales contra quienes la apliquen".

Los revisionistas titoistas que afirman haber resuelto la cuestión nacional de la manera "leninista", pero que en realidad están lejos de su solución democrática, nunca han tenido o tienen tal ley. Como socialchovinistas, los titoistas incluyeron formalmente en su constitución de 1974 un artículo sobre la igualdad de las lenguas y publicaciones de las naciones y nacionalidades y prometieron que emitirían la ley relativa sobre la base de este artículo. Sin embargo, han pasado más de diez años desde entonces y ni la Federación ni la República de Serbia ha promulgado ninguna ley sobre la igualdad de los idiomas y las publicaciones nacionales.

Los intentos de los serbios y otros chovinistas de negar a los albaneses que viven Yugoslavia su literatura y cultura e imponerles a través de la violencia las llamadas grandes culturas que supuestamente son las únicas capaces de contribuir al desarrollo de otras culturas sin tomar prestado nada de la riqueza cultural de otros pueblos y naciones, nunca podrán alcanzar sus objetivos. Aunque por "grandes culturas" quieren decir, en primer lugar, la cultura serbia actual que refleja en gran medida los intereses chovinistas de los gran serbios, tal ataque a la cultura del pueblo albanés en Kosovo se enfrentará a la decidida oposición de los albaneses. "Insistir sólo en la contribución, como lo implica la lógica de las grandes culturas", dijo un orador kosovar en la reunión de la Comisión de Cultura y Relaciones internacionales del CC de la LC de Serbia, "y no en pedir prestado a las culturas más pequeñas, y aquí desafortunadamente la cultura de las nacionalidades son tratadas como culturas menores, es una lógica abiertamente hegemonista".  En la misma reunión, otro orador kosovar enfatizó: "Constantemente representamos obras del repertorio de Serbia o Vojvodina, pero no hay un sólo caso en Serbia o Vojvodina en el que se representen obras del repertorio de Kosovo".

Los intentos de imponer el idioma serbocroata en detrimiento del albanés son evidentes especialmente en la cinematografía. No sólo todas las películas yugoslavas (con la excepción de las producidas por Prishtina) se muestran en serbocroata, sino que todas las películas extranjeras mostradas en Kosovo se doblan sólo en serbocroata. Esto ocurre sólo en Kosovo, ya que en las otras repúblicas que están fuera del área lingüística de Kosovo, como la RS de Eslovena y la RS de Macedonia, las películas extranjeras se traducen a sus respectivos idiomas.

Por supuesto, en la Yugoslavia titoista autogestionada, las culturas de otras naciones, como los montenegrinos, macedonios,eslovenos y otros, también están amenazadas con la asimilación. Esto también es evidente para ellos, por lo tanto, en todas partes hay fricciones, reacciones y contramedidas. Precisamente debido a esta situación, recientemente se creó una sección para el idioma esloveno, con la misión de preservar la pureza del idioma. La amenaza de la imposición del serbocroata en Eslovenia fue objeto de debate también en una reunión de la Presidencia del CC de la LC de Eslovenia. Al hablar sobre el desarrollo actual del idioma esloveno en esta reunión, el secretario de la Presidencia del CC de la LC de Eslovenia, Franc Shtetinc, dijo: "Se están creando condiciones para los intentos de provocar un perjudicial odio unitario y una posición chovinista sobre la lengua fuera de la cultura lingüística actual".

La continua distorsión de los revisionistas titoistas del concepto marxista-leninista de la nación es indivisible de la línea de desigualdad y opresión política y económica que siempre han perseguido en las relaciones con las demás naciones. Las consecuencias de esta política chovinista se pueden ver en todas partes de en Yugoslavia. Pero son más evidentes en Kosovo y en las otras regiones habitadas por albaneses, donde el atraso económico es más pronunciado.

La conclusión de que Kosovo está muy rezagada no solo en comparación con las repúblicas más desarrolladas y las promedio de la Federación, sino también en comparación con las repúblicas menos desarrolladas, se fundamenta en el análisis y comparación de los índices básicos del desarrollo de la región, como el producto social y el ingreso nacional per cápita, empleo, número de doctores, alumnos y estudiantes por cada 1.000 habitantes, etc.

El desempleo es uno de los mayores problemas. De los informes de la prensa yugoslava se desprende que 1 de cada 2-3 ciudadanos tiene trabajo en Eslovenia, 1 cada 4 en Croacia, 1 de cada 5 en Serbia, 1 de cada 6 en Bosnia-Herzegovina, mientras que la cifra en Kosovo es 1 de cada 11. El problema se vuelve más complicado en Kosovo, ya que el empleo difiere mucho de las diferentes nacionalidades. En esta región 1 de cada 4 montenegrinos, 1 de cada 5-6 serbios y 1 de cada 18 albaneses tiene una ocupación en la esfera social. El desempleo entre los albaneses de Kosovo es incluso mayor cuando tenemos en cuenta que alrededor de 100.000 de ellos han emigrado a otras regiones de Yugoslavia o al extranjero.

Se estima que el problema del desempleo en Kosovo se agudizará y preocupará en el futuro. Así, mientras que en Eslovenia hay sólo un candidato para cada trabajo recién creado, la cifra en Serbia es 2,3; para Vojvodina 4,8, para Croacia 5,3, para Montenegro 12,8, para Bosnia-Herzegovina 13,4, para Macedonia 18,6 y para Kosovo 41,8.

Incluso si juzgamos por el índice más fundamental, el producto social y el ingreso nacional per cápita, Kosovo está 6 veces más atrasada que Eslovenia, 5 veces más atrasada que Croacia, 4 veces más que Vojvodina, 3 veces más que el promedio de la Federación y la República de Serbia y 2 veces más atrasada que las otras repúblicas menos desarrolladas. A las solicitudes de los kosovares de reducir la brecha de la desigualdad económica, los revisionistas titoistas responden con promesas y mentiras, con ira y rabia, recurren al ejército, los tanques y la aviación para suprimir las demandas legítimas de la población albanesa en el capo político, especialmente a su justa solicitud de una república propia, como las otras naciones de la Federación Yugoslava.

Los fundadores de la doctrina científica y materialista sobre el desarrollo de la sociedad, Marx, Engels, Lenin y Stalin, consideraron el derecho de las naciones y nacionalidades a la autodeterminación como el derecho a la igualdad, en primer lugar, en el campo político. "El derecho de las naciones a la autodeterminación", subrayó enérgicamente Lenin, "significa su absoluto derecho a la independencia en el sentido político..." De ahí la conclusión de que el logro de la igualdad en el campo político, en las relaciones internacionales, incluso en el marco de una solución democráctico-burguesa, es también una condición para el desarrollo de las naciones menos avanzadas en el campo económico, a fin de protegerse, en cierta medida, también contra la opresión nacional.

Esta verdad, cuando la cuestión es sobre los eslovenos, también es admitida por Kardelj. "Después de largos períodos de dependencia", escribe, describiendo la situación de la nación eslovena en el Imperio Austro-Húngaro y luego bajo la hegemonía serbia, "los eslovenos ganaron su propio estado, la República Popular Socialista de Eslovenia, en el marco de la Federación Yugoslava. Con esto se hicieron realidad las aspiraciones históricas centenarias de las fuerzas más progresistas del pueblo esloveno." Por lo tanto, Kardelj aparentemente vincula la solución del problema de la igualdad nacional de los eslovenos en la Federación Yugoslava con la creación de la República eslovena. Si esto es así, ¿por qué la demanda de los albaneses por la proclamación de Kosovo como una república de la Federación Yugoslava es "irredentista", "nacionalista" y "contrarrevolucionaria", cuando se sabe que en los propios territorios de Yugoslavia constituyen un grupo étnico que, desde el punto de vista numérico, es mayor no sólo que los montenegrinos y macedonios, sino también los eslovenos?

En cada ocasión, el PTA y el camarada Enver Hoxha han expuesto enérgicamente las "teorías" de la nación y las prácticas de los revisionistas titoistas sobre la cuestión nacional y han revelado su carácter peligroso. Han mostrado a los pueblos y naciones oprimidas el verdadero camino hacia la liberación, que es el de la lucha intransigente contra las superpotencias, la burguesía y sus sirvientes, los revisionistas modernos de todos los matices.

martes, 12 de mayo de 2020

Vasile Luca; La política financiera de las Democracias Populares, 1950

Mismo año, pero diferente temperatura, 1950


Utilizando la gran experiencia de la construcción del socialismo en la URSS, y después de haber nacionalizado la industria, el transporte, la banca y los establecimientos financieros, las Democracias Populares pasaron al sistema socialista de la economía planificada. Bajo el sistema de democracia popular el Estado se convirtió en el instrumento de la dictadura del proletariado, cumpliendo no sólo la función de suprimir la resistencia de las clases derrocadas, de defender la independencia nacional y la seguridad del país contra la agresión imperialista, sino que también de organizar, dirigir y planificar la economía nacional.

La política financiera de los Estados burgueses, particularmente en la época del imperialismo, está determinada por la política expansionista de los trusts monopolistas destinados a la esclavización económica o la toma militar de otros países. Cada año los presupuestos de los países capitalistas muestran asignaciones cada vez menores para la educación, la salud pública y los servicios sociales. La principal fuente de sus ingresos provienen de los impuestos cada vez mayores que se imponen a la población y también de los préstamos.

La política financiera de las Democracias Populares es completamente diferente.

Aunque las Democracias Populares están sólo en el proceso de acumulación de experiencia derivada de los primeros años de economía planificada, han conseguido, durante los años de posguerra, éxitos en la estabilización de sus economías y finanzas, de las cuales ningún Estado burgués-terrateniente puede presumir. La producción en las Democracias Populares no sólo ha alcanzado el nivel anterior a la guerra, sino que lo ha superado. Las monedas de estos países son estables; la tasa de cambio no se vio afectada por la devaluación llevada a cabo en los países marshallizados por orden del imperialismo estadounidense.

Los estrechos lazos económicos existentes entre las Democracias Populares y la URSS y también los grandes éxitos económicos alcanzados por la Unión Soviética influyen favorablemente en la economía de los países de democracia popular. El mayor poder adquisitivo del rublo y la transferencia del rublo a una base de oro contribuirá a la estabilidad de las monedas de las Democracias Populares y, en un grado aún mayor, salvaguardará a estos países de los efectos de las crisis económicas en el mundo capitalista con su moneda depreciada.

Los ingresos presupuestarios de las Democracias Populares reflejan cada vez más los resultados de las actividades económicas de las empresas estatales, y son acompañadas de reducciones cada vez mayores de impuestos pagados por la población. Por ejemplo, en la República Popular de Rumanía, los ingresos de las empresas estatales y de otras organizaciones económicas en forma de ganancias y el impuesto comercial representaron el 70% de los ingresos presupuestarios en 1949.

La política financiera de las Democracias Populares está determinada por la preocupación mostrada por el Partido de la clase obrera por un avance constante en el camino de la construcción del socialismo. Su objetivo es asegurar la industrialización del país, mejorar las condiciones del pueblo trabajador y garantizar un avance constante en sus niveles de culturales y de vida; proporcionar los recursos necesarios para llevar acabo las tareas del Estado en la salvaguarda de la paz y la libertad del pueblo trabajador.

En los países capitalistas los terratenientes y capitalistas obtienen una parte considerable de los ingresos nacionales en forma de renta y ganancias. En estos países la mayor parte de los fondos estatales se gastan en armamentos y preparativos para una nueva guerra mundial; el resto se usa par mantener el aparato del Estado para oprimir al pueblo trabajador, y sólo una parte extremadamente pequeña se gasta en educación, salud pública y otros servicios socioculturales.

En las Democracias Populares una gran parte de los ingresos se destina a la reproducción socialista ampliada, para elevar el nivel cultural y de vida del pueblo trabajador y a defender la independencia nacional de los pueblos. La proporción del ingreso nacional correspondiente a los elementos que no trabajan está disminuyendo constantemente: una lucha feroz y violenta entre los sectores socialistas y capitalistas privados por la restricción, y luego por la eliminación de los elementos capitalistas, está en marcha.

El ingreso nacional de las Democracias Populares, debido a la propiedad socialista de los medios de producción, para la expansión constante de la producción, para reducir los costos de producción derivados de una mayor productividad laboral y una economía estricta, está creciendo a un ritmo desconocido en la historia de los países capitalistas.

En el presupuesto estatal de 1949 de la República Popular de Rumanía, los ingresos excedieron los gastos en casi 36.000 millones de lei. El proyecto presupuestario para 1950 refleja el crecimiento del ingreso nacional. En comparación con 1949, los ingresos mostrarán un aumento de 60.000 millones de lei, o un 23%, sin ningún aumento en los impuestos.

En Bulgaria el cumplimiento del plan de dos años elevó el ingreso nacional de 47.300 millones de leva en 1939 a 51.800 millones de leva en 1948. En Polonia el ingreso nacional aumentó en más de un 33% y en Hungría en un 24% en comparación con 1938.

Confiando en la expansión constante de la producción y el creciente ingreso nacional, en el poder adquisitivo cada vez mayor de los trabajadores de la ciudad y el campo, en la cooperación económica mutua, en la ayuda de la Unión Soviética, basada en el principio de igualdad de Stalin y respeto mutuo entre naciones grandes y pequeñas, las Democracias Populares están aplicando una sólida política financiera de estabilidad presupuestaria. Aunque desarrolladas económicamente de manera desigual, las Democracias Populares tienen un volumen comercial cada vez más equilibrado. En sus relaciones no hay tendencia de un país a explotar y oprimir económicamente a otro, como es el caso en el mundo imperialista con respecto a los países industrialmente más atrasados.

La cooperación económica y comercial entre la Unión Soviética y las Democracias Populares se ha desarrollado sobre la base de asistencia mutua para la industrialización socialista de estos países. Confiando en esta asistencia desinteresada, particularmente la asistencia de la Unión Soviética, las Democracias Populares están desarrollando sus economías según las nuevas líneas socialistas, a pesar de la discriminación en las relaciones comerciales de los Estados Unidos y ciertos países capitalistas marshallizados. En las Democracias Populares se han construido nuevas plantas y fábricas, centrales térmicas y eléctricas, nuevas minas de carbón y de pozos, se ha reorganizado la agricultura y se han edificado hospitales, sanatorios y casas para los obreros.

La asignación de los ingresos y gastos en el presupuesto del Estado refleja mejor la política financiera de cada país. Un examen de los presupuestos de los gobiernos burgueses expone completamente su política de explotación y opresión hacia la clase obrera, su política armamentista y de preparación para la guerra imperialista.

Como antes, el presupuesto de Estados Unidos para 1950-1951 sólo proporciona gastos insignificantes en educación, seguro social, servicios de salud y otras necesidades públicas. El gasto en educación y seguros, comprende sólo el 1% del presupuesto, y en servicios de salud menos del 1%. Sólo se ha asignado un millón de dólares para el ejercicio de las llamadas libertades civiles de las que Truman hablaba tanto. En todas las demás necesidades sociales, las cantidades gastadas constituyen sólo el 5,1% del presupuesto. En su mensaje al Congreso, Truman admitió que el gasto en “defensa” junto con el de las guerras pasadas, comprende el 71% del presupuesto total. En realidad, para el año fiscal 1950-51, Estados Unidos, preparándose para una nueva guerra (financiando bloques imperialistas agresivos, produciendo bombas atómicas, manteniendo escuelas militares, creando bases militares) se ha apropiado de una suma que excede los 32.000 millones de dólares, lo que representa el 76% de todo el presupuesto.

El gasto en preparativos para la guerra en los Estados Unidos y los países marshallizados explica el inmenso déficit presupuestario y la inflación, lo que socava la economía y las finanzas de estos países y afecta principalmente a la clase obrera y a las masas populares. El presupuesto de Estados Unidos para 1950-51 prevé un déficit de más de 5.000 millones de dólares.

El presupuesto de las Democracias Populares refleja una política financiera sana, basada en el aumento de la producción, en la rehabilitación y consolidación de la economía nacional que asegura un presupuesto equilibrado y una moneda estabilizada.

Sin préstamos esclavizantes, sin traición a los intereses nacionales, como es el caso de la burguesía reaccionaria y sus sirvientes, los socialdemócratas de derecha y la banda de asesinos y espías de Tito, el pueblo trabajador de las Democracias Populares, guiados por los partidos comunistas y de los trabajadores, marchan por el camino del desarrollo y la prosperidad económica.

El gasto presupuestario estatal de las Democracias Populares revela la preocupación del Estado por el desarrollo económico y la mejora de la vida del pueblo trabajador.

Por ejemplo, en Checoslovaquia el gasto total previsto del presupuesto por el Estado para 1950 está distribuido de la siguiente manera: 32,7% para el desarrollo industrial, 26% para servicios sociales y salud pública y 11.0% para las necesidades culturales.

En la República Popular de Bulgaria, el 35% del presupuesto de 1950 está asignado al desarrollo de la economía nacional y el 30% a las necesidades sociales y culturales.

En Polonia el 43,5% del presupuesto será gastado en 1950 en el desarrollo de la economía nacional y el 32,6% en educación, salud pública y otros servicios sociales.

El presupuesto estatal de la República Popular de Rumanía para 1950 prevé una inversión de 131.300 millones de lei para el desarrollo de la economía nacional, es decir, el 37,5% del gasto total. Las asignaciones para necesidades sociales y culturales suman un 24,8%. El gasto en el seguro social aumentó en un 55% en comparación con 1949. El gasto en educación pública y desarrollo cultural a aumentado en casi un 40%. El gasto en servicios de salud prevé un aumento del 16%; se han asignado 9.534 millones de lei para el seguro social (pensiones para inválidos, subsidios para comedores y jardines de infancia y para madres con familias numerosas).

Tales son las cifras que caracterizan la política financiera de las Democracias Populares, una política basada en el trabajo y la lucha de la clase obrera en alianza con el campesinado por la consolidación y la prosperidad económica de sus países; sobre la preocupación mostrada por el partido y el gobierno de la clase obrera en elevar la calidad de vida y el nivel cultural del pueblo trabajador; en la lucha de todo el pueblo contra los instigadores de la guerra, los imperialistas y sus agentes; en la lucha por la paz, la libertad, seguridad y la independencia nacional de los pueblos.

La política financiera de las Democracias Populares sirve para asegurar la prosperidad económica; sirve a la causa del pueblo trabajador, la causa del fortalecimiento de todo el campo antiimperialista.

domingo, 10 de mayo de 2020

Informe de Iván Kovalev a Stalin 24 de diciembre de 1949

• Traducido según la versión digital en inglés de Wilson Center Digital Archive: December 24, 1949 Report, Kovalev to Stalin

Al camarada I. V. Stalin
Le informo de algunas cuestiones de la política y la práctica del Comité Central (CC) del Partido Comunista de China.

  1. Algunos datos sobre la situación económica en el país.

Usted aconsejó a los camaradas chinos "prestar especial atención a la restauración y el desarrollo de la industria nacional, incluyendo la industria que está en manos de la burguesía nacional."

Se debería notar que respecto a esto no se han alcanzado resultados substanciales, a excepción de Manchuria, el país está experimentando grandes dificultades económicas.

El volumen de la producción en las ramas principales de la industria todavía está muy por debajo del nivel alcanzado en los años de máxima producción. Así, por ejemplo, la producción de carbón en 1949 ascenderá sólo a 33,5 millones de toneladas en comparación con las 58,7 millones de toneladas en el año de máxima producción (1942) o un 57%.

En las plantas metalúrgicas de Manchuria, lo que comprende la base principal metalúrgica de China, la producción de arrabio no superará las 159 o 170 mil toneladas, o no más del 7% de la capacidad de la planta en su máximo nivel de producción (1942), y la producción de acero en consecuencia 120 o 150, o no más del 11% de la capacidad de la máquina de fabricación de acero.

La producción de energía en las centrales eléctricas de Manchuria, cuya capacidad es superior al 50%, en 1949 no sobrepasará los 1400 millones de kilovatios/hora, lo que representa el 31% de la capacidad máxima en la producción de energía eléctrica en 1944.

La situación en otras ramas de la industria no es mejor.

Los ministerios recién creados todavía no tienen en sus manos la administración de las empresas estatales, no conocen las capacidades de las plantas, la calidad y el volumen de los productos que manufacturan, no han averiguado el paradero del equipo no utilizado, situado en los puertos y almacenes y numerados en varios miles de máquinas (en las ciudades de Shanghái, Cantón, Hankou etc.) y no han tomado ninguna medida para establecer el control estatal sobre el trabajo de las empresas privadas.

En la agricultura en 1949 el 40% de la cosecha fue destruida a causa de sequías e inundaciones, lo que crea grandes dificultades respecto a la provisión de víveres a la población, especialmente en las ciudades, y que redujeron drásticamente las posibilidades de exportación.

Se ha materializado una mejor situación en el transporte ferroviario, en 1949 2.650 kilómetros de vías y 1.355 puentes que suman 13.550 metros han sido reconstruidos, lo que permitió la circulación de trenes en las carreteras del norte, centro y sur de China, a lo largo de 9.700 kilómetros, para restaurar el movimiento en las líneas de avance más importantes del Ejército Popular de Liberación, así como para conectar regiones del norte de China con el centro y el sur.

El comercio al por mayor y menor, a excepción de Manchuria, está casi totalmente en manos del comerciante privado, lo que le quita la capacidad al estado de cualquier tipo de influencia en la condición del mercado y los precios, lo que conduce a serias dificultades en el suministro de algunos bienes a la población, especialmente el grano, y crea condiciones favorables para la especulación.
La relación entre el comercio estatal y cooperativo en el volumen de ventas general apenas representa un 5-8%.

No se han tomado medidas serias para ampliar y asumir el control estatal del comercio mayorista, así como ampliar el comercio estatal y cooperativo en la facturación minorista, sin embargo, se están tomando.

En la esfera del comercio exterior el estado simplemente estableció el control sobre la importación y exportación de bienes. Las finanzas estatales y la circulación monetaria están en un estado completamente insatisfactorio.

En la actualidad todavía no existe un sistema financiero, crédito o sistema monetario. No hay un presupuesto estatal unificado, y no habían presupuestos unificados para regiones económicas separadas. Habían simplemente presupuestos separados de cada órgano del poder estatal. Los presupuestos mencionados tenían grandes déficits, que estaban cubiertos por la emisión de papel moneda.

Por ejemplo, en los nueve meses de 1949 el déficit presupuestario ascendió a: 11% en Manchuria y un 35,1% en el norte de China como proporción de los ingresos totales.

Se determinó que el déficit presupuestario para 1949 era para el centro de China del 29,2% y para el noroeste del 43,2%.

De momento China no tiene una moneda unificada. Diez tipos de monedas están circulando en el territorio liberado (yuan del Banco Popular de China, yuan del Banco del Noreste, dinero emitido por antiguos bancos de algunas regiones liberadas, yuan de Mongolia interior y bancos del área de Kwantung, dólares de Xinjian, dinero del Kuomintang, cuyo intercambio aún no ha terminado).

No se han tomado medidas para regular la circulación del dinero. La emisión de éste a gran escala continúa. Desde el 1 de noviembre de 1949 habían 1.401 mil millones de yuanes del Banco Popular de China y 9.972 mil millones de yuanes del Banco del Nordeste en circulación, mientras que sólo en octubre 664 mil millones del Banco Popular y 1120 mil millones del Banco del Nordeste fueron puestos en circulación. También hubo emisión de dinero a escala substancial en noviembre.
El aumento en la circulación, emitido para cubrir el déficit presupuestario, dio como resultado el aumento sistemático en los precios de los bienes, en la caída del poder adquisitivo de dinero y en la depreciación de sus tarifas en relación con las monedas extranjeras.

El precio de un jin de mijo de cola de zorro aumentó el 1 de noviembre de 1949 en comparación con el primero 1 de abril del mismo año 15,3 veces en Beijing, 14 en Tianjin y el precio del arroz, en consecuencia; 13,8 y 11,5 veces. Se produjo un gran aumento en los precios de todos los demás productos alimenticios e industriales en las ciudades mencionadas y otras ciudades de China.
En noviembre, en comparación con finales de octubre de 1949 los precios aumentaron de nuevo 3-4 veces para productos alimenticios y 2-3 veces para productos industriales.

La tarifa oficial del yuan del Banco Popular de China en relación con el dólar americano el 25 de noviembre de 1949 bajó 16 veces en Beijin y en Tianjin en comparación con el 18 de abril del mismo año, el día en que la tarifa fue establecida.

El Gobierno Popular Central adoptó un presupuesto con un gran déficit para 1950, lo que equivale a 5.623,8 toneladas de mijo de cola de zorro, o un 18,9% del volumen total de gasto. Una parte de este déficit en la cantidad de 2.150 mil toneladas de grano se supone que deberá ser cubierta por la emisión de deuda interna y el resto de la suma por emisión adicional de dinero.

Llaman la atención las excesivas asignaciones para gastos militares- 38,8% y para gastos de administración- 21,4% de la suma total de gastos presupuestarios. Es característico que el Gobierno Popular Central no intentará reducir las fuerzas militares para 1950 y el aparato estatal, que actualmente está muy inflado, se supone que aumentará en 1.5 millones de personas, motivado por el objetivo de no permitir el aumento del número de desempleados.

Por lo tanto, los datos proporcionados testifican el hecho de que en 1950 el gobierno central todavía no creará los requisitos económicos necesarios para una seria normalización de la circulación monetaria.

Con respecto al trabajo de los bancos, no se están tomando medidas serias para limitar las actividades de los bancos privados, incluyendo los extranjeros.
  1. Sobre la clase obrera
Usted advirtió en enero de 1949 que “había que atraer del lado del Partido Comunista de China a la mayoría de la clase obrera”, y señaló especialmente la necesidad del “fortalecimiento del trabajo político entre la clase obrera china y la creación de condiciones materiales y de otros tipos, bajo las que la clase obrera sentirá que es la que es la clase dominante y posee el poder”.

Desde entonces el CC del partido no ha tomado ningún tipo de medidas radicales en esta dirección.

La situación para los obreros ha mejorado algo solamente en algunas empresas estatales, el transporte ferroviario, en la minería y en las plantas metalúrgicas localizadas en el territorio de Manchuria.

En otras regiones la clase obrera, habiendo obtenido libertad política como resultado de la derrota del régimen de Chiang Kai-shek, no sienten mejora alguna de sus circunstancias materiales y, como antes, permanecen en condiciones de semi-hambruna. Baste decir que en las disposiciones legales sobre el trabajo publicadas a comienzos de diciembre de 1949, la duración de la jornada laboral se establece en 12 horas. Las mismas disposiciones legales indican que “... en las regiones recién liberadas los empresarios deberán mantener los niveles de salarios de los tres meses antes de la liberación de una ciudad, los trabajadores no pueden exigir un aumento del pago en las empresas poco rentables”. Por lo tanto, el sueldo de los obreros se mantuvo sin cambios y como antes, mantiene un carácter semicolonial. Así que, por ejemplo, el salario más bajo, literalmente de un mendigo, existe en la industria minera y metalúrgica y el más alto, para funcionarios postales y trabajadores textiles.

Aún no se han aprobado leyes sobre la protección del trabajo y la seguridad social. En cuanto a las “Reglas que regulan las relaciones entre el trabajo y el capital” aprobadas por la Federación China del Trabajo en enero de 1949, no sólo no se logran desarrollar los principios más importantes, establecidos por el programa general de la Reunión Consultativa Política, sino que en esencia se reducen a nada.
No se están tomando las medidas necesarias para atraer a los obreros al estudio en las instituciones secundarias y superiores ni para preparar cuadros ingenieros o técnicos entre ellos. Los principales círculos del PCCh, como antes, subestiman el papel de la clase obrera en la transformación revolucionaria del país.
  1. Sobre el campesinado y la reforma agraria
En 1926 usted dijo que “... entre el Kuomintang e incluso los comunistas chinos hay gente que no considera posible dar a conocer la revolución en el campo, temiendo que involucrar al campesinado en la revolución minará el frente unido anti-imperialista. Este es el engaño más grave, camaradas. Cuanto antes y más participe el campesinado en la revolución, más fuerte y poderoso será el frente anti-imperialista.”

Confiando durante muchos años en el campesinado como la fuerza principal, con el cual se creó el Ejército Popular de Liberación y sirve de suministro material del ejército, el PCCh manifiesta al mismo tiempo indecisiones y aprehensión en la conducción de las actividades revolucionarias en el campo.

En la actualidad, la reforma agraria ha sido llevada a cabo únicamente en el territorio de Manchuria y en algunas zonas hace tiempo liberadas en el norte de China, con una población ligeramente superior a los 100 millones.

En otros territorios la reforma agraria no sólo no ha sido implementada, sino que incluso las altas tasas de alquiler de tierras, que aún cobran los terratenientes a los campesinos, no se han reducido.

Los órganos principales tienen la intención de comenzar la organización de la reforma en 2 o 3 años.

En relación con esto, los campesinos en las localidades frecuentemente comienzan a dividir la tierra a pesar de las autoridades centrales, sin esperar permiso. Esto reduce la autoridad del partido y el gobierno entre los campesinos.

Una “teoría” errónea comenzó a extenderse entre cierta parte de los comunistas y los círculos principales del partido, que afirma que los nuevos kulaks que aparecen con la realización de la reforma en las regiones liberadas son una fuerza revolucionaria, apoyando al partido y al nuevo gobierno.
  1. Sobre el partido
Usted aconsejó “... mediante el fortalecimiento del trabajo político en las ciudades para ampliar las filas del partido comunista recurriendo a la clase obrera, para crear organizaciones fuertes del partido en las fábricas y ferrocarriles”.

Sin embargo, el crecimiento del partido entre la clase obrera ha sido intrascendente hasta ahora. No se realiza ningún trabajo activo para atraer a los obreros a las filas del partido. Las organizaciones del partido están en gran medida contaminadas por kulaks y elementos burgueses, el reclutamiento en varias regiones se lleva a cabo de forma indiscriminada.

Según los datos del CC del partido, el 80% de los miembros son campesinos. En el este de China sólo 414 de las 34.835 células del partido operan en fábricas. En el norte, sólo el 4,1% de los miembros del partido son obreros y el 84% campesinos. Sólo en la organización del partido de la provincia de Shandong hay más de 10.000 terratenientes, kulaks y comerciantes. En cuanto a la tendencia del partido, más de la mitad de los miembros son jóvenes comunistas, que se unieron a sus filas después de la derrota y capitulación de Japón. En el norte, el 54% de todos los miembros se unieron después de 1946.

El nivel educativo general de la mayoría del PCCh es extremadamente bajo. En el norte de China el 60,9% de todos los comunistas son analfabetos, el 13,6% apenas sabe leer y escribir y sólo el 19,7% se ha graduado en la escuela primaria.

En las filas del partido, incluidos los miembros del CC, hay personas que anteriormente eran pro-estadounidenses y anti-soviéticos, a quienes ahora apoya el liderazgo del CC. Por ejemplo Peng Zhen, miembro del CC, secretario del comité del partido en Beijing, vicepresidente del comité del gobierno legal, Lin Feng, miembro del CC, vicepresidente del gobierno de Manchuria y miembro del Gobierno Central del Pueblo, Li Fuchun, vicepresidente del gobierno de Manchuria, Li Lisan, ministro de trabajo y miembro del Gobierno Central del Pueblo, Bo Yibo, ministro de finanzas, miembro del CC y vicepresidente del comité financiero-económico bajo el gobierno y muchos otros. Al mismo tiempo el presidente del gobierno de Manchuria; también miembro del CC, Kao Kang, bajo cuyo liderazgo se lograron éxitos innegables en el desarrollo económico y cultural de la zona, sufre críticas injustificadas y se ha creado un entorno poco saludable a su alrededor. Esta crítica está encabezada y organizada por el secretario del CC Liu Shaoqi.

Merece atención, por ejemplo, que Bo Yibo, como ministro de finanzas, voluntariamente (Zhou Enlai me habló de esto con indignación), sin el conocimiento y permiso del CC, permitió en octubre de 1949 la emisión de 664 mil millones de billetes (en yuanes), lo que condujo a una fuerte depreciación de la tasa del yuan, un aumento de 3-4 veces en los precios de todo tipo de bienes, bajando los salarios reales y causando un fuerte descontento en los obreros, campesinos y cuadros. Además, Bo Yibo sancionó dos veces el aumento de la tarifa ferroviaria para los envíos de cargas (cada vez un 200%), lo que llevó una situación en la que 12 tipos de cargas, de las 20 transportadas en tren, incluyendo los alimentos básicos y bienes de consumo, se convirtieron en no rentables para el transporte; éste se infrautilizó, surgieron problemas de alimentarios en las ciudades y los precios volvieron a subir.

El ministro de trabajo, Li Lisan, conocido en el pasado por sus actividades trotskistas, propuso en junio de 1949 crear la liga de empresarios para la protección de sus intereses en relación con las continuas demandas de los obreros sobre la mejora de sus condiciones laborales.

En noviembre de 1949, durante el trabajo de la conferencia de sindicatos profesionales asiáticos, en presencia de Liu Shaoqi, secretario de la UCSPURSS (Unión Central de Sindicatos Profesionales de la URSS), Soloviev y yo mismo, Li Lisan habló en contra de la creación de una oficina de enlace de las organizaciones profesionales de Asia.

Sirviendo como vicepresidente de la Federación del Trabajo de China, Li Lisan fue uno de los iniciadores en la adopción y publicación en los periódicos de “las reglas que regulan las relaciones entre el trabajo y el capital”, que van en contra del programa general de la consulta política y empeoran las condiciones de los obreros en las empresas privadas.
  1. Sobre la prensa
Desde septiembre del 49 ha habido una fuerte disminución de la publicación de materiales de prensa, lo que arroja luz sobre la vida del partido, el trabajo de las organizaciones para involucrar a los obreros en el partido, la lucha del partido por el fortalecimiento de la dictadura democrática del pueblo y la implementación de reformas revolucionarias.

Esto se hace para apaciguar a los elementos capitalistas dentro y fuera del país.
  1. Sobre el aparato estatal
Usted aconsejó en junio de 1949 “no retrasar mucho más la formación del gobierno Central... China se queda sin gobierno. Esto es peligroso desde el punto de vista de la política interna e incluso peligroso desde el punto de vista de la situación internacional.”

En septiembre de 1949 el gobierno popular central se formó en la reunión consultativa, lo que equivale a una coalición de varios partidos y grupos democráticos.

En octubre los órganos del gobierno fueron formados, compuestos por 37 ministerios y otras instituciones. De esos, 22 están liderados por comunistas y 15 por representantes de otros partidos y burgueses demócratas sin partido, incluyendo elementos reaccionarios como los generales del Kuomintang Fu Zuoyi y Chen Jian.

Los comunistas dirigen los ministerios e instituciones centrales principales: el Consejo administrativo del Estado, el Comité Popular Militar-Revolucionario, el Comité económico-financiero, el Comité Político-Legal, Ministerios de Asuntos Exteriores, la seguridad del Estado, Asuntos Internos, Finanzas, Comercio, la industria pesada, la industria de combustibles, la industria textil, industria alimentaria, los ferrocarriles, el Ministerio del Trabajo, la Fiscalía Suprema del Pueblo, la dirección principal de información, la dirección de la prensa, el Banco Popular, la dirección principal de aduanas, el Comité de Nacionalidades y el Comité de redacción jurídica.

Los representantes del Comité Revolucionario del Kuomintag dirigen: el Ministerio de correos y telégrafos, Ministerio de salud y el Comité de emigrantes chinos en el extranjero.

Los representantes de la Liga Democrática dirigen: el Ministerio de transporte, el Ministerio de justicia, el Tribunal Supremo popular y la dirección principal de asuntos de las editoriales. El Comité para el control del pueblo está dirigido por un representante de la Asociación de los Tres Principios del Pueblo; el Ministerio de iluminación, por un representante de la Sociedad por el Movimiento Democrático; el Ministerio de la industria ligera, por un representante de la Sociedad por la Construcción democrática del Estado. Los cinco ministerios restantes de Agricultura, Silvicultura, Cultura, Riego y el Comité para la iluminación y la Cultura están encabezados por políticos progresistas sin partido.

Entre los viceministros y dirigentes de las instituciones hay 57 comunistas y 35 representantes de otros partidos y personas sin partido. La ocupación de las vacantes en el aparato del gobierno se está llevando a cabo muy despacio. En la mayoría de los ministerios e instituciones centrales, el aparato está a menos de la mitad y en algunos de ellos, por ejemplo los de la industria ligera, textil, silvicultura y trabajo, no hay funcionarios, excepto los ministros y sus diputados.

La creación de órganos de poder estatal en las localidades apenas se ha llevado a cabo. Allí, las actividades son continuadas por los órganos administrativos militares de primera línea o la administración se lleva a cabo por el aparato de la antigua potencia, que está constituida en la abrumadora mayoría de los casos por miembros del Kuomintang. Por lo tanto, el aparato ejecutivo aún no se ha creado, como resultado el gobierno no lleva a cabo una gestión centralizada en todo el país y muchas de sus decisiones continúan siendo meras declaraciones.
  1. Sobre el ejército
Usted aconsejó no reducir el tamaño del ejército por el momento. Este consejo fue implementado por el CC del PCCh. El EPL en la actualidad ha crecido considerablemente y cuenta con unos 6 millones de soldados y oficiales. 

Sin embargo, hay que señalar que una parte sustancial de los soldados y oficiales del ejército eran antiguos miembros del Kuomintang, quienes al ser capturados o voluntariamente, en destacamentos enteros, se pusieron del lado del EPL.

El número de miembros del Kuomintang, por ejemplo, en algunas unidades militares de los generales Chen Yi y Lui Bocheng alcanza el 70 u 80%, al mismo tiempo, los antiguos miembros del Kuomintang no están dispersos entre las unidades de cuadros juzgados del EPL, sino que se mantienen en sus filas casi de la misma forma en la que fueron capturados. Un pequeño grupo de trabajadores de políticos de mando de los cuadros del EPL fue nombrado para estas antiguas unidades. Una situación como esta oculta un grave peligro desde el punto de vista de la estabilidad y el compromiso de las fuerzas militares con la causa de la revolución.
  1. Sobre la intelectualidad
Usted aconsejó a los comunistas chinos“crear su propia intelectualidad para tomar el control total del país. Para enseñar en las escuelas, educar en el espíritu comunista a los obreros, campesinos e intelectuales democráticos.”

La intelectualidad china en general ve positivamente la política del partido comunista. Sin embargo, después de la declaración de la República Popular, muchos tomaron una posición de ver y esperar, observando los primeros pasos del nuevo gobierno. Tal posición se explica por el partido por el hecho de que parte de la intelectualidad aún no puede encontrar todavía uso para su conocimiento y no se han creado condiciones materiales para quienes trabajan. Los salarios de los especialistas de alta cualificación son iguales a los salarios de los obreros poco cualificados o incluso menores. Hay casos en que, debido a la inseguridad material, los profesores universitarios y docentes trabajan como levantadores o conductores de rickshaws en la noche, se dedican a actividades comerciales y de pequeño comercio. Algunos intelectuales tienen la falsa impresión de que no encontrarán uso para sí mismos y terminarán excluidos de las actividades creativas bajo el nuevo régimen. La lenta atracción de la intelectualidad nacional hacia el trabajo creativo proporciona ciertas bases para tales suposiciones y crea un terreno fértil para el aumento de actividades de elementos reaccionarios y agentes del imperialismo angloamericano, hostil al nuevo régimen.

El CC del PCCh no ha tomado una política seria para preparar su propia intelectualidad entre los obreros. Los obreros no se sienten atraídos por la universidad comunista, que ahora se organiza en Beijing, desde que la dirección los considera insuficientemente maduros, analfabetos, políticamente atrasados y supuestamente no son participantes activos en la revolución.
  1. Sobre la actitud hacia la burguesía nacional
Advirtió a los comunistas chinos de “no alejar a la burguesía nacional, sino recurrir luego a la cooperación como una fuerza capaz de ayudar en la lucha contra los imperialistas. Aconsejado para alentar la actividad comercial de la burguesía nacional, dentro de China y en el extranjero.”

El CC implementa ampliamente este consejo en su actividad. Sin embargo, una parte considerable de la burguesía nacional observa con cautela las actividades del nuevo gobierno y expresa dudas de que sus derechos, declarados por la reunión política consultativa, no serán infringidos, manifiesta cautela en el uso de su capital industrial y de comercio, temiendo la nacionalización. Esto encuentra su expresión en un recorte parcial de la producción, el cierre del comercio, la actividad comercial y la ocultación de los objetos de valor. Por otro lado, la falta de cualquier tipo de medidas limitantes con respecto incluso a la gran burguesía nacional crea condiciones para la intensificación de su actividad reaccionaria. Incluso el impuesto no tan elevado sobre el volumen de comercio, establecido para 1949, no se ha recaudado durante 10 meses en todas las regiones recién liberadas, incluyendo Beijing. El monopolio estatal de la sal, tabaco y productos alcohólicos en todo el país no ha sido introducido. No se está llevando a cabo una lucha decidida contra los elementos reaccionarios y especuladores.
  1. Sobre la actitud hacia el capital extranjero
Usted aconsejó que “no se debe rechazar el comercio con los países capitalistas con la condición de que no impondría tales responsabilidades económicas o financieras, que podrían utilizarse para limitar la soberanía y estrangular la industria nacional china.”

Es necesario informar que los círculos comerciales e industriales chinos están preparados para realizar negocios con cualquier comerciante extranjero, siempre y cuando les proporcione ganancias. Actualmente, el gobierno chino no ha introducido ninguna limitación en el comercio exterior, así como en el comercio de extranjeros dentro del país. Además, existe una política de coqueteo respecto a las empresas capitalistas extranjeras y empresas comerciales. No se implementa ningún tipo de régimen fiscal ni ninguna otra medida limitante. Las empresas extranjeras en todos los aspectos se encuentran en las mismas condiciones que las nacionales. Los extranjeros se comportan de manera diferente en China.

En Shanghái las empresas estadounidenses, en cuyas manos están las empresas de energía, inmediatamente después de la transferencia del poder al gobierno popular doblaron los precios de la energía eléctrica, suministrada a las empresas nacionales chinas, sin haber cambiado los precios para las empresas industriales y comerciales del capital extranjero.
  1. Sobre la lucha de clases
Los puntos de vista que recientemente han ganado vigencia entre los miembros del partido, ocultan un grave peligro para la causa de la revolución y el PCCh, en el sentido de que con la victoria completa en los frentes, la lucha de clases no se extinguirá en la medida en que el nuevo gobierno atraerá a la cooperación económica a todos los segmentos de la población, incluyendo la burguesía nacional.

Liu Shaoqi, en particular, comparte este punto de vista. En realidad, muchos hechos hablan de la agudización repentina de la lucha de clases en todas las áreas.

La lucha de clases se presenta actualmente con una fuerza particular en el frente económico. Utilizando el hecho de que el gobierno carece de medios efectivos de influencia en las relaciones de mercado, los elementos hostiles inflan los precios de los bienes, crean un déficit artificial de estos, compran y ocultan el grano, causando descontento en la población y socavando la autoridad del nuevo gobierno.

Nada más que un sabotaje económico fue la emisión en octubre de 664 mil millones de yuanes en papel moneda, lo que provocó una molesta circulación de dinero, un fuerte aumento de los precios y un empeoramiento de las condiciones materiales de los obreros. En primer lugar, se debe contar entre ataques enemigos similares el aumento de la tarifa ferroviaria por 4 en un corto período de tiempo, que tenía como objetivo la desorganización del transporte ferroviario y de mercancía.

En el mes de septiembre, justo en el momento del trabajo de la reunión política consultativa, se puso fuera de servicio una potente turbina en la central eléctrica estatal de Beijing. En el día del reconocimiento por parte de la Unión Soviética de la República Popular de China, una turbina de 70.000 kilovatios de capacidad quedó fuera de servicio en la planta de energía más grande de Jilin. El 1 de mayo del 49, el parque de tranvías de la ciudad de Beijing fue incendiado. Mientras tanto, en Tianjin hubo una explosión en depósitos de municiones. El deseo de algunos camaradas chinos de considerar estos hechos como pura coincidencia sólo puede explicarse por una ceguera política.

Hay información sobre el punto de reunión de los elementos reaccionarios. En el mes de octubre, grupos terroristas especialmente preparados con armas y venenos para asesinar miembros del partido y del gobierno fueron enviados desde Formosa a China central, dos trabajadores de la seguridad pública fueron asesinados en Beijing, hay información sobre una serie de asesinatos de trabajadores político-militares del EPL y del envenenamiento de un pelotón de soldados a través de la comida.

Finalmente, cuando Mao Zedong viajaba a Moscú, varias personas fueron arrestadas en la estación de Tianjin, en cuyas bolsas descubrieron bombas y otras sustancias explosivas.
  1. Sobre la política exterior
Usted aconsejó que el nuevo gobierno no debería negarse a establecer relaciones diplomáticas con los estados capitalistas, incluyendo Estados Unidos, si estos renunciasen oficialmente al apoyo militar, económico y político a Chiang Kai-shek y al régimen del Kuomintang en su conjunto.

A pesar de que Inglaterra y Estados Unidos han apoyado activamente y continúan apoyando a Chiang Kai-shek, el liderazgo del PCCh hasta noviembre estaba infectado con ilusiones de reconocimiento rápido de la RPCh por parte de estos países.

Como reflejo de estos sentimientos, Liu Shaoqi y Li Lisan se manifestaron en contra de la participación en la conferencia de sindicatos profesionales de países asiáticos de Japón, la India y otros países subordinados o conectados al bloque angloamericano para no causar irritación por parte de América e Inglaterra.
Esto también explica el silencio sobre el acertamiento de Yugoslavia a China, con una propuesta de establecimiento de relaciones diplomáticas e intercambio de embajadores.

Es importante notar que en una de las conversaciones en presencia de Mao, Zhou Enlai declaró que “... si rechazamos la propuesta de Yugoslavia y censuramos abiertamente su política, entonces, puede preguntarse, ¿cómo se supone que debemos actuar en caso de que Estados Unidos, que es el dueño de Yugoslavia, se nos acerque?”

Entre sentimientos similares se cuenta también la actitud negativa de Zhou Enlai con el envío de grupos de especialistas soviéticos a Shanghai y Tianjin, porque los grandes intereses económicos de América y Inglaterra están concentrados en estos puntos.

Tales sentimientos son el resultado de la presión sobre el CC por parte de los demócratas burgueses y otros elementos capitalistas dentro del país, que deseaban y desean el reconocimiento lo más pronto posible de Estados Unidos e Inglaterra de la nueva China para, confiando en estos estados imperialistas, poder evitar una mayor democratización y no permitir el fortalecimiento y ampliación de la amistad entre China y la Unión Soviética.

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